El choque entre lo financiero y la realidad
El choque entre lo financiero y la realidad, escribe Carlos Azpe Fimbres en Reflexiones, tendencias y algo más
Reflexiones, tendencias y algo más
Tan solo hace 8 días el panorama financiero en México se veía en franca recuperación, con una apreciación en el tipo de cambio que llegó a estar a niveles de 20.5, apoyado por el entorno externo, la sorpresa para todos fue que los indicadores de la economía real no reflejaban esta recuperación en el tipo de cambio, no somos un país rico.
Hoy parece que los eventos de la semana nos han mostrado su faceta con toda su crudeza y nos describe a un México aún en la incertidumbre, con un tipo de cambio que en tan solo una semana se ha depreciado en un 6% a un nivel que no se veía desde abril de este año y con el peligro de cierre de más empresas.
La línea gráfica ascendente del peso frente al dólar, de marzo pasado, se vio la semana pasada estrictamente como una calca de aquella fecha, y la crónica de la historia anunciada también, con un nerviosismo de los mercados ante la llegada de la pandemia llamada Covid a América, en aquella ocasión la certeza era absoluta, ahora sabemos que solamente es probable.
Los mercados de capitales en el mundo reaccionaron rápido, así como en el invierno el oso busca su madriguera, huyeron hacia una moneda con mayor fortaleza como el dólar, el peso no resulta ser un mercado de refugio para la protección que se necesita, el temporal ya se ve en Reino Unido, España y Francia, con enfermos saturando hospitales de nuevo y que han provocado una nueva diáspora de lo inseguro que es el peso mexicano hacia el dólar, aun y cuando falten 40 días para las elecciones en aquel país.
La economía real
La parte real de la economía en México, la que vemos y sentimos usted y yo, esa es la que vale, y sigue mostrando signos contradictorios, hay indicadores por una parte en la actividad económica que se muestran favorables con un 5.7% de crecimiento en julio, aunque anualizado seguimos en el 9.8% en negativo, según datos del Inegi, existe la expectativa de que si no regresa la pandemia el cierre del año, no será tan malo el decrecimiento económico, sobre un 8% menos malo que el 10% esperado.
Pero por otra parte, el Banco de México sigue relajando el costo del dinero al poner la tasa de interés en 4.25%, según los analistas ya no aguanta más bajas porque ya hay signos de inflación, ya que también se dio a conocer por el Inegi el dato de la inflación anualizada, que llegó al 4.1%, así la economía muestra también que está llegando a una posición en la que ya tiene poco margen de maniobra.
Nuestra imagen en el mundo de los capitales externos no es la mejor, la expectativa de los mercados para México en el mundo real no va a ser la solución, las inversiones en energías limpias y en proyectos productivos estables, como le sucedió a la cervecera, han dejado huella, dado la política económica contradictoria que da señales ambiguas a la inversión productiva.
En resumen, al juntarse las dos hojas de la tijera, el mundo real y el financiero, pueden producir un efecto nocivo tal que se puede sentir en nubarrones de un invierno prolongado, con presiones sociales por la crisis económica para el próximo año, que por cierto también es año electoral en México.
Es verdad que los factores de un medio ambiente externo adverso explican y han justificado la realidad de lo que sucede, pero este otoño ha llegado en condiciones de un entono interno lastimado por una economía que no responde, por falta de una política económica predecible, carente de un ‘lobbying’ empresarial y político entre gobierno y empresa, presagiando un invierno crudo, porque ya el oso se ve camino a su madriguera, la trayectoria del peso será ese signo que avisará el rumbo a seguir.
Tenga una excelente semana, el ser optimistas no significa no ser objetivos, así debemos de entenderlo y prepararnos en la vida profesional y con los nuestros.
Carlos Azpe Fimbres
Economista y mercadólogo. Maestría economía ITAM. simsamarketing.com