Terapia de duelo: Lo que no sueltas duele: Karla Zulema Ríos

La coach Karla Zulema Ríos explica que el duelo se genera por el apego a creencias y relaciones, y la solución es la autocompasión y escuchar las necesidades del alma.

La coach de Impulso, Karla Zulema Ríos, abordó el tema del dolor existencial bajo el título “Lo que no sueltas duele”, enfatizando que el duelo no se limita a la muerte de un ser querido, sino que abarca todo aquello a lo que las personas se aferran a lo largo de la vida.

La especialista en tanatología señaló que el verdadero dolor reside en la incapacidad de soltar el pasado, mirarse con amor propio y atender las necesidades legítimas del alma.

Karla Zulema Ríos, quien colabora con la fundación Llévame Contigo y Vuela, destacó que el duelo es una respuesta a todas aquellas pérdidas que se experimentan a lo largo de la vida.

La coach explicó que las personas se aferran a situaciones que les causan sufrimiento, como "aquellas relaciones tormentosas entre la pareja, entre los novios", o una amistad que evidentemente "no está dejando nada en nosotros mismos". También duele la pérdida de un centro de trabajo o el tener que seguir laborando en un lugar donde cada día la situación se torna más difícil.

Sin embargo, la especialista hizo una distinción entre el dolor natural de la pérdida y el dolor autoinfligido. "Lo que realmente nos duele es que nosotros no somos capaces de acompañarnos a nosotros mismos", aseveró Ríos.

Lo verdaderamente doloroso, según la coach, no es el pasado en sí, sino el no poder soltarlo para "tomar el presente". La gran pérdida del ser humano es "perdernos a nosotros mismos", al no ser capaces de darnos el valor que realmente tenemos y de vernos con amor propio y autoestima.

La invitación central de la sesión es a "recogernos hacia adentro para poder escucharnos, para poder ver lo que le duele al alma, para escuchar qué necesita el alma en este momento y aprender a tomar decisiones".

Ríos explicó que cuando las personas se escuchan verdaderamente, pueden adoptar una actitud altamente compasiva, que implica comprender lo que está pasando y subirse a los propios zapatos, es decir, dejar de ser el "propio juez y verdugo".

Desde esa posición compasiva, es posible observar la calidad de los pensamientos y cuestionar si lo que se piensa, se siente y se hace es realmente lo que el alma necesita para recibir "un bálsamo de alivio" ante el dolor existencial.

La especialista reconoció que soltar es un proceso complicado que requiere mucho trabajo personal. Las personas prefieren encapsular el dolor porque están aferradas a creencias, a relaciones que destruyen o a lugares y personas que no aportan, por la creencia errónea de que sin ellos no se tiene valor. Solo cuando el individuo se observa con una actitud valiente y se aprende a abrazarse y atenderse, es posible descubrir el verdadero valor propio. Al reconocer ese valor, se vuelve posible "soltar creencias, soltar relaciones, soltar todo aquello que hemos venido cargando en la vida".

Para finalizar, Karla Zulema Ríos compartió la pregunta clave que utiliza en sus consultorías como herramienta de reflexión: “Si hoy tanto te duele eso que vienes cargando en tu mochila emocional y que te das cuenta que el alma está totalmente dolida, la pregunta sería ¿cuánto tiempo más estás dispuesto a que eso siga doliendo? ¿Un día? ¿Un mes? ¿Un año? ¿O 50, 20, 30 años, 60 años más de tu vida? ¿Te alcanzará la vida para seguir cargando con ese dolor?”.

En un tema relacionado con el dolor social, la senadora por Sonora, Lorena Valle San Pedro, recordó que este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la lucha contra la violencia hacia las mujeres. La senadora afirmó que la violencia hacia las mujeres no es normal y que todas tienen derecho a una vida con dignidad, seguridad, y respeto.