NASA revelará nuevas imágenes del cometa interestelar 3I/ATLAS
Después de un “apagón” administrativo que generó retrasos en su operación, la NASA convocó a la comunidad científica y al público en general a una transmisión especial este miércoles 19 de noviembre, a las 20:00 horas GMT (13:00 horas de Sonora), para revelar nuevas imágenes y datos clave del cometa interestelar 3I/ATLAS.
El evento, anunciado como de alcance internacional, reunirá a autoridades como Amit Kshatriya, administrador asociado de la agencia, junto con especialistas en astrofísica y en cuerpos menores del sistema solar. La presentación incluirá material obtenido por distintas misiones espaciales y observatorios terrestres.
La relevancia del anuncio radica en que 3I/ATLAS es el tercer objeto detectado que llega desde fuera del sistema solar, después de ‘Oumuamua y 2I/Borisov. Su estudio ofrece una oportunidad única para comparar la composición de cometas formados en otros sistemas planetarios con la de los cuerpos que se originaron en el entorno del Sol.
El cometa fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS), un programa financiado por la propia NASA. Desde entonces ha sido seguido de forma intensa por observatorios como el NOIRLab y el Hubble, así como por telescopios de la Agencia Espacial Europea (ESA), que han coordinado una de las campañas de observación más exigentes de los últimos años.
¿Cuál es la importancia científica y las características del cometa 3I/ATLAS?
De acuerdo con los datos preliminares, 3I/ATLAS presenta una trayectoria hiperbólica y viaja a una velocidad aproximada de 60 kilómetros por segundo. Alcanzó su perihelio —el punto más cercano al Sol— el 29 de octubre, a unos 210 millones de kilómetros de distancia, y rozó Marte el 3 de octubre, pasando a cerca de 30 millones de kilómetros del planeta rojo. Se espera que el 19 de diciembre tenga su mayor acercamiento a la Tierra, a unos 270 millones de kilómetros, antes de alejarse definitivamente del sistema solar.
En las últimas semanas, el cometa ha estado rodeado de especulaciones en redes sociales y foros especializados. Algunas voces, como la del astrónomo Avi Loeb, sugirieron la posibilidad de que se tratara de una nave no terrestre o de un objeto distinto a los cometas conocidos. Sin embargo, las observaciones coordinadas por NASA, ESA y otros centros científicos concluyeron que se trata de un cometa natural.
Las imágenes y espectros recopilados muestran un comportamiento consistente con la actividad cometaria tradicional: variaciones de brillo asociadas a la sublimación de compuestos volátiles al acercarse al Sol, cambios de color en la coma y la cola, y emisiones de gas que coinciden con modelos físicos conocidos.
Mediante estudios espectroscópicos, los equipos detectaron cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono, agua y metano, en proporciones similares a las de cometas originados dentro del sistema solar. La conclusión de los astrónomos es que se trata de un cuerpo natural con una composición que podría remontarse a unos siete mil millones de años, etapa temprana de formación de sistemas planetarios en la galaxia.
¿Cómo se ha manejado la desinformación y qué lecciones deja el paso de 3I/ATLAS?
La trayectoria hiperbólica de 3I/ATLAS indica que este objeto cruzará el sistema solar una sola vez y no regresará. Por ello, el acercamiento de diciembre representa la última oportunidad para que naves espaciales y radiotelescopios obtengan registros directos de alta calidad.
Para la comunidad científica, el paso de 3I/ATLAS deja varias lecciones. Por un lado, demuestra la capacidad de coordinación global entre observatorios y agencias espaciales para seguir un objeto extremadamente rápido y fugaz. Por otro, evidencia cómo la desinformación puede amplificarse cuando se carece de contexto científico, y cómo las explicaciones basadas en la física terminan ofreciendo respuestas más sólidas —y a menudo más interesantes— que las teorías sobre orígenes artificiales.
La transmisión de este 19 de noviembre será el punto de partida para una nueva etapa: analizar a detalle los datos recabados y compararlos con otros cometas, con el fin de responder una pregunta central de la astrofísica moderna: qué tan comunes son, en la galaxia, los materiales que dieron origen a la Tierra y a la vida.