Cae en México cobertura de vacunación: Unicef

México pierde terreno en la protección de la infancia ante graves enfermedades infecciosas que podrían provocar trastornos, discapacidades graves e incluso la muerte.
Imagen ilustrativa Google/ EXPRESO

BRUSELAS, BEL.- México pierde terreno en la protección de la infancia ante graves enfermedades infecciosas que podrían provocar trastornos, discapacidades graves e incluso la muerte.

La proporción de niños mexicanos que reciben las vacunas recomendadas para prevenir enfermedades cayó en 2019 a niveles no registrados en al menos una década, de acuerdo con estimaciones del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para este 2020 la situación podría ser aún peor.

Los primeros indicadores muestran un deterioro alarmante de la cobertura mundial de inmunización, a causa de las perturbaciones generadas en los servicios de vacunación por las acciones contra la pandemia del Covid-19.

“El Covid-19 ha hecho de la vacunación como rutina un desafío desalentador”, afirma la directora de Unicef, Henrietta Fore.

“Debemos evitar un mayor deterioro en la cobertura de la vacunación y reanudar urgentemente los programas de vacunación antes de que las vidas de los niños se vean amenazadas por otras enfermedades. No podemos cambiar una crisis de salud por otra”.

La alerta fue emitida por los organismos de Naciones Unidas en el contexto de la publicación de los últimos datos sobre la tasa mundial de cobertura de vacunación.

El archivo sobre México, que comprende el periodo 2008-2019 y está elaborado con base en datos de las autoridades nacionales y de proveedores de servicios sanitarios, exhibe un deterioro en prácticamente los ocho rubros en observación.

El porcentaje de infantes nacidos a los que se les suministró la BCG o bacilo de Calmette-Guérin, la vacuna contra la enfermedad de tuberculosis, fue de 76% en 2019, 20 unidades por debajo del nivel registrado el año previo.

Las mismas malas notas saca México en la estimación de lactantes vacunados contra la difteria y el tétanos, 84% recibió el año pasado al menos una dosis de DTP, en 2018 el nivel fue de 90% y en 2015 de 99%.

La cobertura de hasta la tercera dosis de DTP3 fue de 82%, el nivel más bajo de la última década.

Los resultados son adversos en el rubro de la poliomielitis, que puede provocar parálisis irreversible.

En 2019, 82% de los recién nacidos recibieron las tres dosis de la vacuna Pol3, 6% menos que el año anterior.

En cuanto a la tasa de aplicación de la vacuna antipoliomielítica inactivada (IPV1) fue de 84%, muy distante de 99% registrado en 2015.

En 2019, uno de cada cuatro lactantes en el país no recibió su primera dosis contra el sarampión (MCV1), 73%, en contraste con 2018, cuando la cobertura contra un virus que puede ocasionar ceguera, encefalitis y defunción, fue de 97%.

México figura entre los países que ha introducido una segunda dosis de vacuna contra el sarampión (MCV2) como medida suplementaria de inmunización.

El número de infantes que recibió la dosis conforme a las “recomendaciones del programa nacional” fue de 73% en 2019, frente a 99% en 2018.

Según el grupo de expertos de asesoramiento estratégico en materia de inmunización de la OMS, “el costo de hacer frente a un brote de sarampión puede ser 20 veces mayor que el costo de las vacunas que podrían haberlo evitado”.

También sufrió retroceso la aplicación de la primera dosis contra la rubéola, por lo regular leve en los niños, pero que durante el comienzo del embarazo puede dar lugar a muerte fetal o síndrome de rubéola congénita, que a su vez puede provocar daños en el cerebro, el corazón, ojos y oídos.

La aplicación de la vacuna RCV1 fue de 97% a escala nacional en 2018 y disminuyó a 73% en 2019.

Simultáneamente se dieron pasos hacia atrás en contra de la Haemophilus influenzae tipo b (Hib), enfermedad que provoca meningitis y neumonía.

La aplicación de las tres dosis de la vacuna contra Hib se estimó en 82% el año pasado y en 88% en 2018.

La inmunización ante las enfermedades por neumococos, como neumonía, meningitis, sinusitis y la bronquitis viene en declive desde 2015, cuando se inoculó a 93% de los infantes.

El año pasado fue a 86%.

La cobertura nacional con tres dosis de vacuna contra la hepatitis B, infección viral que afecta el hígado, contabilizó una cosmética mejora en 2019 con respecto a 2018, 56% frente a 55%, respectivamente; pero muy distante de 2012: 99%.

Un patrón parecido muestra el antídoto en contra del rotavirus, causante de enfermedades diarreicas graves entre los niños pequeños; hubo una mejora en 2019 con relación a 2018, 82% y 77%, pero lejos está de la aplicación universal de 2012.

La OMS ha insistido en que el hecho de que los países no registren casos no significa que la enfermedad haya desaparecido, más bien, es resultado de años de exitosas campañas de inmunización que deben permanecer vigentes.

México está libre de sarampión, polio, rubiola, fiebre amarilla y difteria, pero no de parotiditis o paperas al registrar 8 mil 9 casos en 2019, más del doble contabilizado en 2016, 3 mil 646.

Tampoco le ha ganado la batalla a la tosferina, denominada pertussis, con 874 casos en 2019, arriba de los 783 en 2018, ni al tétanos, 35 y 23 casos, respectivamente.

EXP/UNI/EV/JUL/2020

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