Viven en la Bonanza alejados del bullicio

Los pocos residentes disfrutan de la tranquilidad del sector y estar aislados de gran actividad urbana.
Foto: (Ana Johnson/EXPRESO).

HERMOSILLO, SON.- El tiempo se detuvo en la colonia Bonanza, alrededor de 20 familias viven en el fraccionamiento que no culminó su construcción y muchas de ellas carecen de los servicios básicos como recolección de basura y alumbrado público.

A pesar de colindar con los vecindarios populares como Nuevo Hermosillo y Altares, Bonanza parece un lugar alejado de la muchedumbre, en el recorrido desde su entrada principal hasta la mancha ocupacional se observan baldíos con maleza y ninguna referencia de que el sitio es habitable.

“Como está muy solo casi nadie sabe que hay casas aquí, de hecho, cuando pedimos servicios de transporte a través de aplicaciones no llegan porque no creen que hay casas, se van de paso y yo digo que es porque no conocen aquí”, comentó Karen, residente desde hace siete años.

Las noches son muy oscuras para sus habitantes, ya que ninguna de las lámparas del alumbrado funciona.

Karime, otra pobladora, mencionó que sus visitantes en ocasiones se asustan por recorrer de noche la zona, pero para los inquilinos ya es una costumbre esas condiciones, aunque los limitan a desplazarse con seguridad entre sus calles.

Acceso principal

La colonia sólo cuenta con un acceso principal, pero debido a la necesidad de conectarse con el sistema de transporte público y con las calles aledañas, los vecinos optaron por abrir múltiples pasos vehiculares para acortar distancias.

Por otro lado, el estar rodeados de predios deshabitados es un peligro latente: los maleantes de sectores próximos prenden fuego a la maleza, saliéndose de control y compromete la integridad de las viviendas.

“Hace unos días vinieron los bomberos porque los ‘cholos’ quemaron el baldío de atrás, la lumbre llegó muy cerca de las casas. También la otra vez se le prendió la casa a un señor y estuvo cerca de llegar a un tanque de gas, pero fueron los mismos ‘cholos’”, relató Karime.

Sin embargo, vivir es un espacio con pocos integrantes y alejado del bullicio de la actividad urbana, genera en sus residentes días de tranquilidad y agrado, al no presentar problemas con los integrantes de su pequeña comunidad.

Aunque les gustaría contar con sus servicios de luz, alumbrado público, recolección de basura y conectividad de Internet regularizados para acceder a una mejor calidad de vida.

Además, desean un parque o área verde que albergue la recreación y convivencia familiar, pues el complejo que fue habitado hace más de ocho años solo cuenta con las ruinas de una construcción inconclusa y la estructura de lo que parece un resbaladero.

EXP/JB/EV/OCT/2020