Cierran tienda de ropa en Hermosillo por transformador en bodega
Tras el incendio en la tienda Waldos del Centro de Hermosillo, que dejó 24 personas fallecidas, autoridades y comerciantes realizan una revisión a fondo de las instalaciones eléctricas y medidas de seguridad en los locales del primer cuadro de la ciudad.
Rubén López, presidente de la Unión de Comerciantes del Centro, explicó en entrevista con Expreso 24/7 que el domingo 2 de noviembre se ordenó el cierre de todos los negocios de la manzana donde se ubica Waldos, mientras se verificaban sus condiciones de operación.
Detalló que, en coordinación con el Ayuntamiento, entre el lunes y el viernes posteriores lograron reaperturar 22 comercios afiliados, luego de que un perito eléctrico emitiera dictámenes favorables sobre sus instalaciones.
Sin embargo, durante estas inspecciones detectaron un riesgo relevante en una tienda de ropa de la cadena Santory, ubicada sobre la calle Matamoros casi esquina con doctor Noriega.
En la bodega del establecimiento, en la parte alta, se localizó un transformador dentro del inmueble, rodeado por miles de prendas almacenadas.
“Es la misma situación de riesgo: un transformador conviviendo con mercancía. Manifestamos el hallazgo a las autoridades y Protección Civil del Estado solicitó que fuera reubicado fuera de la instalación. La tienda está suspendida porque representa un riesgo alto”, explicó López.
El dirigente comentó que, por instrucción del gobernador Alfonso Durazo, la Coordinación Estatal de Protección Civil revisa todos los locales del Centro para identificar y clausurar aquellos que representen un riesgo inminente.
En estos operativos se verifica la presencia y vigencia de extintores, detectores de humo, pólizas de seguro, dictámenes eléctricos y señalización de rutas de evacuación, así como el cumplimiento de los programas internos de Protección Civil.
López recordó que en el caso de Waldos las propias autoridades señalaron que la tienda no contaba con un programa interno autorizado desde 2021, pese a seguir operando.
Paralelamente, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realiza revisiones y mantenimiento a los transformadores en la zona. El líder comercial relató que en días recientes se retiraron equipos ubicados frente al mercado municipal, algunos de ellos con fugas de aceite, y se atendió un reporte sobre un transformador con ruidos anormales cerca del centro comercial El Parián.
“Hay buena disposición y rápida respuesta de CFE, pero sentimos que hay mucho que revisar y mejorar. No deberíamos esperar a que pasen tragedias para actuar, el mantenimiento preventivo es clave”, subrayó.
En cuanto a la reactivación económica, Rubén López reconoció que la tragedia de Waldos provocó una caída fuerte en las ventas durante ese fin de semana y la semana siguiente, cuando se esperaba una buena afluencia de clientes.
¿Qué medidas de prevención y regularización se implementan?
No obstante, el Buen Fin permitió un repunte:
“Este fin de semana que acaba de pasar sí se notó un incremento, en promedio entre 40 y 50 por ciento. Los giros más beneficiados fueron electrónica, ropa, zapatos, perfumes, regalos y servicios como restaurantes”, dijo.
El dirigente precisó que en el primer cuadro de Hermosillo operan alrededor de 500 comercios locales establecidos, de los cuales unos 300 se concentran en las calles de mayor flujo peatonal. La Unión de Comerciantes agrupa actualmente 220 negocios.
Para fortalecer la seguridad sin recurrir solo a clausuras, López adelantó que trabajan con el Ayuntamiento en una jornada de regularización que funcionará como ventanilla única para comerciantes del Centro.
En esa campaña se validarán y actualizarán permisos de uso de suelo, impacto ambiental, Protección Civil y licencias de funcionamiento, con la posibilidad de obtener descuentos en los pagos correspondientes.
“Somos los más interesados en cumplir. Queremos certificar ante la autoridad que tenemos activos los protocolos de protección civil y dar más certeza a los clientes”, sostuvo.
Finalmente, el representante del comercio organizado llamó a la ciudadanía a reportar cualquier riesgo que detecte en instalaciones eléctricas, transformadores o comercios, para prevenir nuevos incidentes.
“Que lo denuncien, que hagan reportes. No es un tema de ‘no me importa’, claro que nos interesa la seguridad de todos”, concluyó.