"La pobreza no debería ser obstáculo para educarse": Doña Sarita da clases en la invasión Guayacán

Doña Sarita da clases y ofrece desayunos gratis a los niños de la invasión Guayacán desde hace más de 9 años, todo esto lo consigue con recursos propios y con el apoyo de fundaciones y asociaciones civiles.
Fotos: Ana Johnson / EXPRESO.

HERMOSILLO, SON.- Doña Sarita da clases y ofrece desayunos gratis a los niños de la invasión Guayacán desde hace más de nueve años, todo esto lo consigue con recursos propios y con el apoyo de fundaciones y asociaciones civiles.

Sin embargo, por las intensa temporada de calor se suspendieron las clases para que no se deshidraten los infantes, indicó.

Lo que no se suspenden son los desayunos, esos sí los sigo dando porque es en la mañanita. Respecto a las clases, me estoy reprogramando para darlas en las tardes, pero eso sería hasta el primero del siguiente mes”, comentó.

La vocación de Doña Sarita nació al ver la extrema pobreza de su alrededor, de la cual ella también fue víctima cuando era niña. Indicó que le dolía el corazón ver a niños en las calles, cuando deberían estar viviendo en mejores ambientes, recibiendo clases y conviviendo con alegría: “Necesitan vivir como los pequeños que son, la pobreza no debería ser un obstáculo para educarse”.

Qué mejor que un comedor con otros niños para detener el vagabundeo. Empecé con cinco y de ahí la gente me fue cogiendo confianza y me mandaban a sus hijos más seguido, ya de repente contaba con más de veinte estudiantes… fue muy bonito”, recordó.

Contó que cuando inician los semestres en la Universidad de Sonora, muchos estudiantes de diferentes disciplinas la ayudan con las clases, enriqueciendo la información proporcionada a los niños.

Hace poco vinieron unos nutriólogos y les hablaron acerca de su dieta y cómo prevenir y notar la deshidratación, dijeron que por la intensidad del color de la orina se identifica, ya que entre más oscura más grave se está”, explicó.

Actualmente a Sarita la está ayudando Paco Espinoza, que trabajó con niños con drogadicción en el Instituto Kino. A la escuela del asentamiento irregular le provee con comida para los desayunos, al igual que ropa. También organiza equipos de futbol para incentivar el deporte.

Expresó Sarita que le encantaría hacer un plantel en su casa, y que fuera llamado la Escuelita del Guayacán, pues planea hacer más salones para atender más alumnos y poder proporcionarles una biblioteca.

Como ya está cerca el Día del padre, Sarita hará que los niños hagan manualidades y se las regalen a sus papás. Sarita dijo que les enseña a los infantes de Guayacán lo que puede, y ya que entran a sus clases ya saben leer antes de tiempo y a sumar “el punto es que nadie quede rezagado”.