Leona Vicario, más que una escuela, formadora de grandes generaciones

La escuela Leona Vicario rue inaugurada para celebrar el 53 aniversario de la Constitución de 1857 y el Centenario de la Independencia, y en su primer año lectivo ingresaron la primeras 400 niñas
Foto: Jesús Ballesteros / EXPRESO.

Inaugurada el 5 de febrero de 1910, la escuela primaria Leona Vicario es, y ha sido un lugar representativo para los hermosillenses que tuvieron la oportunidad de haberla tenido como su segunda casa, e iniciar su formación escolar.

Está situada en pleno centro de Hermosillo, sobre la calle Gral. José María Yáñez, entre las avenidas Monterrey y Plutarco Elías Calles, y según consta en los archivos oficiales, el costo de su construcción fue de 57,121.05 pesos.

A 113 años de que fue edificada, el inmueble, aunque un tanto raído, se mantienen como un imponente estructura y es uno de los símbolos y referentes de la capital de Sonora.

Ignacio Lagarda Lagarda, cronista Oficial de la Ciudad, comentó que el terreno que comprende la institución, era anteriormente “La Plaza de Toros Hermosillo”, también había un panteón, e inclusive llegó a funcionar como un corralón para almacenar las carretas que se utilizaban para el servicio público. 

“La escuela fue inaugurada en 1910 para celebrar el 53 aniversario de la Constitución de 1857 y el Centenario de la Independencia, y cuando se abrieron las puertas, en su primer año lectivo ingresaron la primeras 400 niñas”, comentó el cronista municipal. 


Exclusiva para mujeres 

Lagarda Lagarda precisó que la escuela Leona Vicario abrió sus puertas como una institución escuela exclusiva para mujeres, donde se impartían materias como bordado, clases de aritmética, artes y distintas asignaturas propias de la época.  

“Fue inaugurada por el gobernador Luis Emeterio Torres, es una obra del gobierno porfirista proyectada por el ingeniero Felipe Salido, y fue la cosa más moderna en la ciudad para educar a las niñas”, comentó. 

Tiempo después, señala el cronista, se construyó el parque denominado con el mismo nombre como respuesta a la necesidad de un patio recreativo para las estudiantes de dicho plantel educativo. 

“El plantel contaba con un túnel subterráneo el cual era utilizado como vía para poder acceder al parque sin que las niñas corrieran el riesgo de que las arrollara un automóvil”, dijo. 


Dicho plantel se convirtió en la escuela ideal para los hijos de los comerciantes del centro en lo que duraba su jornada laboral. 

Los estragos del tiempo

Actualmente, las autoridades tomaron la determinación de reubicar al alumnado del plantel para realizar reparaciones, debido al riesgo que representa el deterioro de una parte de su estructura. 

A pesar de que ha existido propuestas para rehabilitar este icónico recinto de la ciudad, no es tarea fácil, este debe ser determinado por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia. 

Y cada modificación, por más pequeña que sea, debe obedecer a las indicaciones de la preservación de su estructura por ser denominado como un patrimonio simbólico para la capital sonorense.

Leona Vicario (1789-1842), cuyo verdadero nombre era María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, fue una de las figuras más destacadas de la Guerra de la Independencia de México, al lado de los insurgentes, es la única mujer en México a quien se le han rendido funerales de Estado, y considerada como la primera periodista del país.