Bolero-lavacarros saca pa’ la papa

Debido a los pocos clientes, el lustrador de zapatos le entra a lavar los autos que lleguen.
Foto: Lorenza Sigala

HERMOSILLO, SON.- Gabriel Cortez tiene 40 años, es originario de Guerrero y desde muy joven anduvo por diferentes ciudades de Estados Unidos, como Los Ángeles y Nueva York, buscando el sustento para él y su familia.

Desde el 2011 se ancló en esta capital sonorense.

A raíz de la actual emergencia sanitaria originada por el Covid-19, el guerrerense se ha visto obligado a modificar su forma de ganarse la vida: de ser bolero, ahora es lavacarros.

Él es conocido como ‘El Bolero’ de Palacio de Gobierno, pues sentado en su banquito ha lustrado los zapatos de miles de personas desde hace nueve años.

Sin embargo, la pandemia ha traído consigo un bajón en su clientela y ello también se ha reflejado en su bolsillo.

El Bolero’ es un hombre casado con Martha, quien junto a sus dos hijos lo esperan en Guerrero, pues no se quisieron regresar a Sonora y prefirieron pasar los días con su familia en aquel Estado, por lo que sobre él pesa la responsabilidad de mandarles el sustento diario.

Desde el 16 de marzo pasado Gabriel dice que se ha visto afectado por la falta de clientela y por ello optó por lavar los vehículos de las pocas personas que acuden a Palacio de Gobierno.

Con un costo de 50 pesos el lavado de carrocería y 20 más por interiores, Gabriel lava al menos tres carros en un día y complementa la jornada con una o dos boleadas.

“La Expo Ganadera era temporada fuerte para mí, pero la cancelaron y no tengo dinero; necesito mantener a mi familia”, subrayó.

El bolero y ahora lavacarros destaca que no hay oficio indigno cuando se hace dentro de lo legal y con ganas de superarse, por ello dejó en claro, sacará fuerzas de donde sea para seguir trabajando por él y el bienestar de su familia.

EXP/LS/EV/ABR/2020