El puente, símbolo de fraternidad
1) Para saber
"Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes", decía Isaac Newton. En el reciente viaje del Papa León XIV a Turquía tuvo como emblema la imagen del puente sobre el estrecho de los Dardanelos. Este puente colgante es famoso por tener el tramo central más largo del mundo, con 2.023 metros. Conecta Europa (Galiípoli) y Asia (Lapseki), y fue inaugurado en marzo de 2022. Cabe destacar que el viaje fue para conmemorar los 1700 años del Concilio de Nicea y encontrarse con los patriarcas de las diferentes Iglesias.
Con ese emblema se expresa el papel especial que ocupa Turquía en el presente y en el futuro del Mediterráneo y del mundo, pues conecta Asia y Europa, Oriente y Occidente. El puente ayuda a comprender que estamos llamados a una fraternidad que reconoce y aprecia las diferencias. Se puede afirmar que Dios, al revelarse, tendió el primer puente entre el cielo y la tierra, y es Cristo. Lo hizo para que nuestro corazón cambiara, haciéndose semejante al suyo. Y así como el puente colgante es tan grandioso que desafía las leyes de la física, así es el amor, que teniendo una dimensión íntima y privada, posee también una dimensión visible que nos une, afirmó el Papa.
2) Para pensar
Siguiendo la metáfora del puente en que se nos invita a establecer vínculos fuertes, el Papa León XIV señaló que los primeros vínculos y muy importantes se dan en el núcleo familiar. Ahí se experimenta que sin el “otro” no hay el “yo”. En ella maduran las actitudes esenciales para la convivencia que luego se reflejarán en la sociedad civil al buscar el bien común. Pero deberá ser una familia sana fundada en el amor, pues corre el peligro de que la familia se encierre en sí misma, un individualismo que impide que sus miembros se expresen y desarrollen sus talentos. Las personas obtienen mayores oportunidades de vida y felicidad, cuando no desprecian el matrimonio ni la fecundidad.
San Juan Pablo II recordaba con emoción el ejemplo que había recibido en su familia y la huella que con su sincera piedad dejaron en su vida. De su madre aprendió sus primeras oraciones que se le grabaron en el corazón y nunca olvidó, así se preparó para su Primera Comunión. Con su padre el vínculo fue fuerte: “Mi padre era admirable. Los violentos golpes que tuvo que soportar abrieron en él una profunda espiritualidad, y su dolor se hacía oración. El mero hecho de verle rezando de rodillas tuvo una influencia decisiva en mis años de juventud".
3) Para vivir
En la vida familiar emerge el valor del amor conyugal y la aportación femenina. Las mujeres, a través del estudio y la participación activa en la vida profesional, cultural y política, se ponen al servicio del país y de su influencia positiva en el panorama internacional. Por lo tanto, hay que apreciar mucho las iniciativas en apoyo de la familia y de la contribución femenina al florecimiento de la vida social, afirmó el Pontífice.
Quien desprecia los vínculos fundamentales y no aprende a soportar incluso sus fragilidades, se vuelve más intolerante e incapaz de interactuar. Sólo juntos nos convertimos en nosotros mismos. Sólo en el amor se profundiza nuestra interioridad y se fortalece nuestra identidad.
Pbro. José Martínez Colín
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