Siempre como el cohetero
José Castañeda vio la mesa del lunes con José Antonio Meade y antes la de Andrés Manuel López Obrador.
Le parece "muy obvio" que fue distinto el trato de los anfitriones a los candidatos: "Mientras que en la primera todo fue terso y prácticamente no lo interrumpieron, en la segunda no. ¿Será que ya se están poniendo a los pies del que ganará…?”.
Mariano Morales escribe a "Carlitos" y reprocha: "Deberías haber hecho lo mismo con AMLO, que también tiene mucha cola…”.
Jorge Trejo recurre a la fábula para plantear: "Le preguntaron al caballo por qué esa cara tan larga y contestó: porque es la única que tengo, pero no tenías que poner esa de perro rabioso frente a Meade…”.
Imposible quedar bien con todo mundo pero contesto:
A José: por ser el candidato del partido en la Presidencia, el trato a Meade (cierto: fuerte, atropellado, intenso) fue lógico; a Mariano: por esto mismo, y no comparto eso de la "cola", y a Jorge: quizá de perro, pero vacunado contra la rabia.
Estoy perdido: si truenan los cohetes chiflan, y si no truenan también…