Caifanes reúne a generaciones en el Estadio GNP

La frase ¡Pongan a Caifanes! tomó sentido anoche cuando los dioses del rock bajaron del Olimpo para presenciar el ritual en el que la banda demostró el por qué su música resuena en el corazón de generaciones que se suman a sus denuncias sociales contra los feminicidios y desapariciones. Con 65 mil espectadores, según Ocesa, la agrupación de rock llenó el renovado Estadio GNP, donde comenzaron su espectáculo a las 21:18 horas, entre los golpes de la batería de Alfonso André, la voz de Saúl Hernández, el saxofón de Diego Herrera y Rodrigo Baills y Marco Rentería en las guitarras, con temas como Miedo y Viento. Desaparecer un estudiante es desaparecer el futuro, decía un letrero de un manifestante en la pantalla para reclamar justicia por los 43 normalistas de Ayotzinapa, mientras sonaba Antes de Que Nos Olviden. Una ligera brisa cayó sobre los asistentes, quienes levantaban el puño derecho en el coro de Detrás de Ti. Esta noche no podíamos estar solos en el escenario porque sería egoísmo. Por eso han venido grandes músicos, poquitos, pero enormes. Para nosotros es un honor que Guillermo Briseño esté con nosotros esta noche. Un guía, un maestro, un gran músico y gran compositor, comentó el vocalista. Briseño abrazó al cantante e interpretaron María de Mis Alquimias, y el poeta le dio un beso en la mano al anfitrión. Llevamos años denunciando los feminicidios. Esta noche nos acompañan mujeres que han hecho una lucha poderosa, han enfrentado el dolor y la incertidumbre de este pinche estado que no hace nada por protegerlas, expresó Hernández al presentar a Vivir Quintana. Ni una más, ni una menos. Por todas las que están y las que nos faltan, afirmó la cantautora que le dio voz a Canción Sin Miedo, himno de la lucha feminista. Hay un porcentaje muy grande de suicidio entre los jóvenes, también está cabrón que no haya un punto de enlace y conciencia, reflexionó luego Hernández, para cantar Inés. El tercer invitado de Caifanes fue Sergio Arau, homenajeado por su ex banda Botellita de Jerez con Alármala de Tos. Han pasado muchísimos años desde que estuvimos en un escenario, agradeció Arau al recordar los tiempos de Las Insólitas Imágenes de Aurora. Los fans de Caifanes son de hueso colorado porque resistieron la lluvia con Mátenme Porque me Muero, De Noche Todos los Gatos son Pardos, Aviéntame y Perdí Mi Ojo de Venado. La lluvia purifica. Tláloc se está portando generoso porque estás aquí, raza, soltó el músico, tras casi dos horas y media de concierto.