Siempre el lado optimista

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

Hace alrededor de 15 años se realizó un estudio sobre personas famosas donde querían descubrir cuál era el secreto para que hubieran podido lograr grandes cosas en su vida. ¿Acaso habrá un común denominador que pudiera identificarse como “productor de grandeza”? Para su sorpresa, los investigadores descubrieron que la mayoría de estas personas sí tenían algo en común y era el sufrimiento.

Del 100% de las personas estudiadas, el 90% se habían sobrepuesto a circunstancias muy difíciles para lograr su grandeza. Asimismo, compartían una actitud común, todas ellas habían llegado a ver sus problemas como oportunidades, en lugar de verlos como obstáculos.

Personalmente, no me sorprende, aunque no es divertido cuando pasamos por momentos difíciles, podemos reaccionar de dos formas: Dejando que nos presionen y nos hagamos más fuertes haciendo todo lo posible por reponernos o convirtiéndonos en una persona amargada y quejumbrosa, que se da por vencida y permite que las dificultades nos venzan. Estudiando a diferentes líderes de empresas conscientes afirman que no han tenido caídas o crisis en sus vidas de las cuales no hayan salido fortalecidos, reiteran enfrentarlas de manera optimista, es decir, son receptivos a todo lo que les sucede, aunque sea negativo y lo enfocan en su propio beneficio proporcionándole un valor intrínseco.

Otro estudio en el rubro psicológico describió que en varias personas que habían perdido sus empleos en promedio tres veces, por motivos de quiebre en la mayoría de ellas, donde se esperaba encontrar que estas personas se sentirían derrotadas y con poco ánimo de continuar, ocurrió lo opuesto. Se llegó a la increíble validación de que la adversidad repetida se había convertido en una ventaja, más que en una desventaja. Habían desarrollado un propósito más optimista de la vida, sentían que las cosas se resolverían y tenían mayor confianza en sus habilidades, es decir, siempre encontraron el lado optimista al enfrentar los sucesos negativos y transformarlos en efectos positivos. ¿Qué podemos concluir? Sí algo malo nos sucede, aceptémoslo, enfrentémoslo y hagamos que de ahí surja un aprendizaje personal que nos hará mejores como personas.

Ver las cosas de una manera optimista puede ayudarnos a lidiar con la adversidad y a trans-formar las caídas en victorias. Cuando tuvimos la oportunidad de ir las Olimpiadas de Beijing en China supimos que las palabras o frases completas con frecuencia se escriben con un solo símbolo. Cuando dos símbolos se ponen juntos, es posible que el significado sea muy diferente al que tienen cuando están separados. Esto mismo ocurre con los símbolos de los problemas y las crisis. Cuando están solos, cada uno representa algo negativo, pero cuando está uno junto a otro, se combinan para darle un significado positivo que se convierte en una nueva oportunidad. La forma como respondemos en momentos de tensión puede determinar cómo nos beneficiaremos de la adversidad, o por el contrario, seremos miserables.

No quiero decir que ser optimista se refiere a que pase lo que pase siempre ser feliz, eso es ser positivo, el ser optimista se refiere a aceptar el dolor o enojo, manifestarlo, pero por un momento conveniente y seguir adelante.

Te invito a ser un líder que de cualquier adversidad vea el lado optimista, lo cual te llevará:- A poner las cosas en perspectiva.- Hacerte más fuerte.- A mostrarte en qué aspectos requieres hacer cambios.- A aumentar tu confianza al sobreponerte.- ¡A aprender, mejorar y seguir adelante!