Confianza
Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea. Seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida.
En sociología y psicología social, la confianza es la creencia en que una persona o grupo será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos. La confianza se verá más o menos reforzada en función de las acciones y de valores.
Ya que es la creencia, esperanza y fe persistente que alguien tiene, referente a otra persona, entidad o grupo en que será idóneo para actuar de forma apropiada en una situación o circunstancia determinada, una palabra que está cargada de las mejores intenciones y de aprendizajes, en el trabajo diario de la psicoterapia esta es una condición inexorable así como en tantas otras disciplinas y quehaceres, donde la presencia o ausencia de ella determinará la continuidad o suspensión de alguna actividad, tarea o proyecto.
Existen autores que hablan de una condición innata, dada la vulnerabilidad con la que nacemos, al tener en nuestros cuidadores el primer referente de necesidades básicas resueltas y después aprendemos a confiar en nosotros mismos, en los primeros sonidos articulados que se ven reforzados, después en nuestros primeros pasos que nos permite descubrir otros escenarios fuera de
los brazos de quien cuida, y sin cuestionarnos empezamos a querer correr, es cuando surge esa voz externa que nos previene en conocimiento de las limitaciones y habilidades adquiridas cuando aún no tenemos conciencia de su presencia o ausencia, por lo que nos protege de un eventual accidente o la confirmación del presagio, es cuando nuestra voz interna se conjuga con la de la de afuera y surge la confianza.
Tener confianza en una persona nos genera tranquilidad, certeza, indispensables para una buena calidad de vida, en los infantes la fusión de confianza e inocencia sin duda binomio perfecto plasmado en un rostro.
Cuando la confianza consiste en dejarnos guiar, por ejemplo, ante un tratamiento médico, en una crisis o simplemente en la búsqueda de una dirección, hacen gala de su presencia la paciencia y la tolerancia como fieles acompañantes del camino.
Bandura cree que en la autoconfianza de una persona intervienen cuatro aspectos importantes: logros de ejecución, que son los éxitos y los fracasos experiencias pasadas, más bien la percepción que se tiene de ellos y la frecuencia con la que aparecen la observación o experiencia vicaria influye especialmente en aquellas situaciones en las que la persona tiene poca experiencia al realizar una tarea.
La persuasión verbal (por ejemplo, las palabras de ánimo) y el estado fisiológico del individuo, en el que se incluye no solamente las sensaciones físicas sino también los estados emocionales,
influyen en cómo la persona interpreta la situación. Existe sin embargo en el área legal el abuso de confianza se refiere a mal uso que hace una persona de la confianza que ha sido depositada en ella generando malestar físico y emocional quien es objeto de ella.
En un relato de German Dehesa citaba un evento donde a un niño indígena le confiaba un billete para la compra de unos refrescos al tardarse un poco más del tiempo estimado, su compañero le dice, creo que ya perdiste ese dinero, un tanto decepcionado continuaron la actividad que realizaban, cuando a lo lejos ve al niño correr hacia ellos con unas bolsas llenas de refresco y les dice
que el tendero quería que le dejara deposito por los envases y al considerarlo injusto buscó bolsas para transportar el líquido, y en otra de sus manitas apuñaba la feria de esa compra,
es por ello que el confiar se vuelve un regalo caro.
Que sería de la vida sin las diferentes caras de una moneda, innegable el hecho de que estamos acompañados en el viaje de la vida por elementos que nos pueden generar dolor, pero también ese bienestar que surge del alma al reconocer que podemos tener confianza y creer en la humanidad.
La autora es Psicoterapeuta.