La Universidad de Sonora resguarda más de 20 mil piezas arqueológicas
HERMOSILLO, SON.- Más de 20 mil piezas arqueológicas tiene resguardada la Universidad de Sonora, resultado de las excavaciones pioneras que se realizaron en los años 60 y 70 por parte de los investigadores de la institución y ahora contarán con un acta que las declarará monumentos y patrimonio histórico de todos los sonorenses.
La instancia educativa trabaja en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, delegación Sonora, para dar legalidad y catalogar cada una de las piezas que se protegen en el Museo Regional de Sonora.
Adriana Hinojo Hinojo, arqueóloga, encargada de la catalogación y registro de la colección, junto a Leonel Melo Domínguez, encargado de la sala de Arqueología, desarrollan una labor de inventario y catalogación de las piezas que se tienen en resguardo.
“La universidad de Sonora tiene un gran número de piezas de importancia arqueológica y paleontológica, las cuales están siendo catalogadas, es un trabajo que se solicitó por la universidad para inscribir las piezas al Registro Público del INAH Sonora”, detalló.
La arqueóloga explicó que este trabajo es de suma importancia, porque es la segunda vez en décadas que vuelven hacer una colaboración ambas intuiciones.
“Desde la instauración de en febrero de 1957, del Museo Regional, cuando INAH, aportó desde la Ciudad de México una colección para su apertura; posteriormente, viene una etapa donde se realizaron expediciones pioneras en la región por parte de investigadores de la Universidad de Sonora, quienes encontraron piezas valiosísimas y por primera vez, desde aquellos años, se hará una catalogación de esas décadas de trabajo”, destacó la investigadora.
En exhibición
Leonel Melo Domínguez, encargado de la sala de Arqueología, afirmó que existen más de 20 mil piezas, que en exhibición se encuentran por lo menos 5 mil, pero guardadas, hay un gran número de ellas en espera de ser reconocidas.
“Este proceso de trabajo entre Adriana y yo, ha sido de retroalimentación y reconocimiento mutuo, muchas piezas me tocó encontrarlas, y es un repaso de nuestra añoranza, de lo que fuimos y siempre seremos, y ahora cada pieza estará documentada, tendrá un acta de nacimiento, esa información estará plasmada en el informe”, dijo.
Melo Domínguez, recalcó que uno de los aspectos más sobresalientes y a la vez tristes del contexto de las piezas, es que los sitios arqueológicos de donde fueron sustraídas, ya no existen, porque las zonas fueron consumidas por el crecimiento de la población y el desarrollo urbano.
“Muchos sitios que explorábamos en aquellos años, eran vírgenes, hoy en día están invadidos o se encuentran allí campos agrícolas o son campos de producción de camarón, ostión, o bien, se han instalado otro tipo de industrias”, recordó.
EXP/LGV/FRU/FEB/2018
