El Papa Francisco hace un llamado por la paz

Asomado a la ventana de su estudio privado, en el Palacio Apostólico del Vaticano, el pontífice dirigió su bendición dominical a una multitud y constató que le llegan ‘noticias dolorosas’ desde el país africano.

Aseguró que lleva a ese pueblo en su corazón, después de haberlo visitado en noviembre de 2015, y lamentó que enfrentamientos entre grupos armados hayan provocado, allí, numerosas víctimas y desplazados, además de amenazar el proceso de paz iniciado tras su viaje apostólico.

“Estoy cercano a las poblaciones, a los obispos y a todos aquellos que se prodigan por el bien de la gente y por la convivencia pacífica. Rezo por los difuntos y los heridos y renuevo mi llamado: callen las armas y prevalezca la buena voluntad de dialogar para dar al país paz y desarrollo”, indicó.

Más adelante recordó que el próximo 24 de mayo los fieles católicos en China celebrarán a la beata Virgen María, “Ayuda de los cristianos”, que es venerada en el santuario de Sheshan en Shangai.

“A los católicos chinos les digo: alcemos la mirada a María nuestra madre, para que nos ayude a discernir la voluntad de Dios sobre el camino concreto de la Iglesia en China y nos sostenga en el acoger con generosidad su proyecto de amor”, señaló.

“María nos anima a ofrecer nuestra personal contribución para la comunión entre los creyentes y por la armonía de la entera sociedad. No olvidemos atestiguar la fe con la oración y con el amor, manteniéndonos abiertos al encuentro y al diálogo, siempre”, añadió.

El Vaticano y la República Popular de China mantienen rotas sus relaciones diplomáticas institucionales desde hace más de 60 años, aunque en los últimos tiempos han logrado un acercamiento que todavía no se traduce en un resultado concreto.

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