Migrantes y residentes de Tijuana, Baja California, esperan de manera tranquila su turno para recibir una barra de jabón, después de lavarse las manos se sientan en una de las mesas enumeradas para recibir su respectiva comida.

Sin mediar palabra y con miradas perdidas las personas toman asiento, sus rostros duros agradecen a quien en cada jornada les comparten comida, vestido, así como un gesto solidario.

La ayuda
La coordinadora del desayunador, Claudia Portella, explicó que a diario se brinda alimento a entre 900 a mil 200 personas migrantes, quienes después se dedican a lavar automóviles por las inmediaciones del lugar.

Explicó que la mayoría son hombres deportados de Estados Unidos, quienes viven en las calles, albergues o en la zona de El Bordo, en la canalización del río Tijuana, o donde les llegue la noche.

"Los hemos apoyado para que tengan su documento, tanto mexicanas como extranjeras puedan obtener un empleo y aquellas personas que aún no cuentan con un documento oficial pero tienen la necesidad, porque tienen su familia y necesitan dinero, o ellos mismos, hay que ver que son personas, su autoestima va bajando, también tenemos gente que se acerca para ofrecerles trabajo informal", dijo.

Aparte de los alimentos que se ofrecen en el desayunador, mencionó, también se ofrecen los servicios de aseo personal, corte de cabello, servicio médico y dormitorios para 45 familias.

También hay centroamericanos
Además se cuenta con una sala de cómputo para que los migrantes que lo deseen puedan comunicarse con sus familiares, así como canchas deportivas y gimnasio.

Claudia Portella detalló que los migrantes salen de su lugar de origen en busca de mejorar su calidad de vida, y que la mayoría de ellos provienen de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Morelia, Guadalajara y Ciudad de México.

Mientras que de países extranjeros se ayuda a personas de Guatemala, Honduras y El Salvador.

EXP/RED/DAW/MAY/2018