Evaluar para mejorar; conocer para aportar

Víctor S. Peña*

Una buena práctica más o menos reciente de los gobiernos democráticos es la de evaluar sus políticas y programas de gobierno.

Se trata de saber hasta qué punto todas las decisiones, acciones y estrategias emprendidas desde lo gubernamental significan un cambio positivo (o, en un mal caso, negativo) en la vida de las personas que conforman el conglomerado social. Saber, en este caso, es ir más allá de una opinión basada en creencias. Superar el mero dicho político, para centrarnos en los datos duros.

No siempre se ha hecho; algunas administraciones públicas insisten en no hacerlo.

En los llamados gobiernos tradicionales importaba más el dicho del jefe que los argumentos. Si el líder político decidía, estaba bien; si el de la cúspide negaba, nada había por hacer.

Pero eso ha cambiado. Poco a poco, pero a paso firme.

La inclusión en el quehacer político de una disciplina como la política pública pone de manifiesto que: primero, no se pueden atender todos los asuntos todo el tiempo; segundo, no se pueden atender algunos asuntos por todo el tiempo; tercero, siempre hay una diferencia entre lo que se dice se hará y finalmente se hace.

Por eso es importante ponerle un par de ojos a todo lo que se hace en los gobiernos.

Un ojo desde afuera y otro desde adentro. Porque tan válida e importante es una supervisión desde lo no gubernamental (en algunos lados le dicen “el espacio ciudadano”) como desde adentro, es decir, las contralorías o los órganos internos de control, pasando por los tableros de desempeño y las tarjetas de cumplimiento de objetivos y metas.

Evaluar y monitorear, para decirlo de manera contundente, son dos temas esenciales y de los que debe conocerse. Recorrer lo básico y avanzar, si se puede, hasta aspectos muy técnicos.

Dentro de este marco, con la participación de 178 organizaciones en 19 países, se estará celebrando la Semana de la Evaluación de Políticas Públicas de América Latina y el Caribe.

La buena noticia es que Sonora está incluido a través de la sede gestionada desde el Centro de Estudios en Gobierno y Asuntos Públicos de El Colegio de Sonora.

De manera particular, se trata de que en nuestra entidad seremos testigos de una serie de conferencias sobre la evaluación y el monitoreo los días lunes al miércoles y el viernes, dentro de la semana que va del 4 al 8 de junio. Las citas son todas en el auditorio de posgrado de El Colegio de Sonora a las 12 del mediodía.

El lunes 4 de junio, por ejemplo, Ernesto Urbina y Erika Donjuán Callejo expondrán la experiencia “Hermosillo ¿Cómo Vamos?”, una iniciativa ciudadana (con orígenes tan remotos como Colombia) donde se van conociendo las prioridades de la población en el municipio para incidir en la agenda pública. El martes, Manuel Emilio Hoyos Díaz, director del Observatorio Sonora por la Seguridad expondrá su trabajo sobre este tema tan sensible. El miércoles 6, la Secretaría de la Contraloría del Gobierno Estatal compartirá cómo evalúan los cumplimientos en materia de transparencia y el viernes 8 un investigador del Colegio de Sonora explicará cómo construyó un modelo de evaluación dentro de una política pública elaborada para una instancia federal.

Municipio, Estado, Federación. Sociedad civil, gobierno, academia. En cuatro días, dentro de este evento, se prevé poder aportar elementos para la reflexión y el conocimiento alrededor de la evaluación y el monitoreo de políticas públicas y programas.

Y hacerlo desde una plataforma internacional, a partir de este esfuerzo local.

La serie de conferencias es, apenas, el inicio. Las expectativas están puestas en la consolidación de los trabajos de El Colegio de Sonora más allá de nuestros límites territoriales.

La invitación es general y la entrada es gratuita. Ojalá podamos saludarnos dentro de los trabajos de esta semana.

* Profesor investigador en El Colegio de Sonora. Director del Centro de Estudios en Gobierno y Asuntos Públicos. Doctor en Política Pública por el Tecnológico de Monterrey

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