¿Perderemos la batalla? Día Mundial de la Diabetes

Por Catalina A. Denman*

El 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes. Aunque este no es un día para celebrar con pasteles, sodas o cervezas, sino para tomar conciencia de la magnitud y las consecuencias de esta enfermedad. Mueren más de un millón y medio de personas al año en todo el mundo, y más de la mitad de esas muertes fueron prematuras, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS). Alrededor de 422 millones de personas con diabetes tienen probabilidades de sufrir una o más complicaciones, como ceguera, amputación, insuficiencia renal y riesgo cardiovascular, y se estima que alrededor de la mitad de las personas con diabetes no han sido diagnosticadas. El reto mayor es para los gobiernos, que son responsables de que las personas tengan acceso a la información y a los medios para ejercer el mejor cuidado de su salud, y de los sistemas

Pero, estamos perdiendo la batalla contra la diabetes porque no se han logrado diagnosticar oportunamente a todos los enfermos; porque muchos diagnosticados no llegan a los servicios hasta que tienen una complicación, muchos no tienen acceso a los servicios adecuados, especialmente la población en condiciones de vulnerabilidad, ya sea porque faltan medicamentos, infraestructura o personal médico capacitado y siguen los recortes presupuestarios. Tampoco aplicamos las prácticas para la lucha contra las enfermedades crónicas, y las y los ciudadanos no asumimos el compromiso por la salud propia y colectiva.

Esto tiene que ver con el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el sedentarismo y la falta de una alimentación saludable.

No crecen las prácticas prometedoras para combatir la diabetes desde la promoción de la salud, la prevención y el tratamiento oportuno, ni tampoco las acciones multisectoriales que recomienda la OMS. Ejemplos de las acciones de mayor impacto que podrían implementarse en Sonora para no perder la batalla contra la diabetes son: eliminar el uso de tabaco en todos los espacios y transportes públicos y en los centros de trabajo; reducir los horarios de venta de alcohol; reformular alimentos procesados para reducir el consumo de sal, grasas y azúcares; garantizar que el diseño urbano incorpore infraestructura para peatones, ciclistas y acceso seguro al transporte público, así como una campaña permanente de monitoreo de los compromisos gubernamentales y los medios publicitarios.

Catalina A. Denman
cdenman@colson.edu.mx
Profesora-Investigadora El Colegio de Sonora

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