La sonrisa de ‘El Mayo’

La captura de Dámaso López en la Ciudad de México es un respiro para uno de los líderes de una de las organizaciones criminales más fuertes en el país, Ismael “El Mayo” Zambada, jefe del Cártel del Pacífico. En una operación contra la estructura central de López, a quien apodan “El Licenciado”, el Ejército y la PGR detuvieron a quien se había convertido en una amenaza para la aristocracia criminal del narcotráfico y provocado una espiral de violencia en el noroeste del país. Su aprehensión ayudará a que en el mediano se restablezca la Pax Narca en Sinaloa, y que los enfrentamientos de los últimos meses en la sangrienta la lucha de poder por la supremacía criminal, se reduzcan significativamente.

Dámaso López es la persona más cercana a Joaquín “El Chapo” Guzmán, cuya relación comenzó en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, donde estaba preso, y “El Licenciado” era subdirector y jefe de seguridad. López fue uno de los principales colaboradores de Guzmán para que se fugara en 2001 y más adelante lo acompañó en su fuga. Su relación se fortaleció y actualmente son dobles compadres. Al ser detenido por segunda ocasión “El Chapo” en enero del año pasado, López asumió el liderazgo de la facción de Guzmán dentro del Cártel del Pacífico, lo que produjo un choque con sus hijos, quienes desconocieron y disputaron su liderazgo.

Los hijos de Guzmán son parte de la estructura del Cártel del Pacífico, cuyo jefe único es “El Mayo” Zambada, ante la probable muerte de Juan José “El Azul” Esparragoza, figura histórico del narcotráfico. La irrupción de López como uno de los jefes en esa organización, quien no tiene los vínculos familiares que han forjado sus dirigentes a lo largo de tres generaciones, propició una ola de violencia donde con plomo buscó consolidar una hegemonía en territorios en poder de los pacíficos y estaba negociando una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación, cuyos líderes son los únicos grandes capos que no han sido detenidos.

En febrero pasado, los hijos de “El Chapo”, Iván Archibaldo y Jesús Alfredo, entregaron una carta a la prensa donde denunciaban que “El Licenciado” había tratado de asesinarlos junto con “El Mayo” Zambada en una junta a la que, explicaron, fueron convocados el 4 de febrero en la sierra de Sinaloa. Según los jóvenes Guzmán, iban a resolver el secuestro que sufrieron siete meses antes en Nuevo Vallarta, aparentemente responsabilidad de López, pero al llegar al punto seleccionado fueron emboscados. Varios de sus escoltas murieron en el enfrentamiento, lo que intensificó la violencia que se había desatado en los días previos, sino que se incrementó.

Para ellos, la captura de Dámaso López es justicia poética. Fuera de circulación quedó la persona con la que se habían enfrentado en los últimos meses y que se había convertido en un distractor para la lucha con el Cártel Jalisco Nueva Generación que dirige Nemesio “El Mencho” Oseguera, y que de acuerdo con una investigación realizada por EjeCentral, es la organización criminal que más se ha expandido en el sexenio y que de mantenerse su crecimiento, se calcula que para finales del próximo año, tendrá hegemonía criminal en el 80% del territorio nacional. En el último año, Oseguera ha desafiado al Pacífico en sus viejos bastiones y le ha ido quitando hegemonía en varias de las zonas que controlaba en el noroeste del país y en sus litorales.

La detención de Dámaso López tuvo como preámbulo la filtración de un video del CISEN, en donde aparecía un hacker que tenía infiltrado la inteligencia civil, que le entregaron al programa “Despertar” del periodista Carlos Loret, y en donde aparecían imágenes frescas de “El Licenciado”, cuyas fotografías en manos de las autoridades eran muy viejas. Ese tipo de filtraciones a la prensa suelen tener dos objetivos distintos. O se utilizan para avisar a un criminal, desde el interior de las instituciones, que lo están siguiendo para que pueda huir, o se hace para mostrar lo cerca que están de atraparlo y forzarlo a moverse y a cometer errores para poder detenerlo. Aparentemente, esto último es lo que sucedió, donde presumiblemente hubo una traición de familiares.

López fue detenido en la Ciudad de México, en donde también se atrapó en un operativo simultáneo en otro punto de la capital, a Víctor Geovanny González, señalado como operador financiero y logístico local de “El Licenciado”. Su detención vuelve a cohesionar al Cártel del Pacífico, que no pudo conseguir tras la captura de “El Chapo” Guzmán por la rebeldía de López, quien originalmente se había plegado a su liderazgo para meses después traicionarlo. El Cártel del Pacífico no sufrió con la detención de Guzmán, quien desde su primera fuga en 2001 y vivir prófugo, se había vuelto más la marca del crimen organizado que el eje alrededor del cual operaba la organización sinaloense. Pero las diferencias con López estaban debilitando a toda la estructura, que está velando armas para enfrentarse con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El Cártel del Pacífico sufrirá ahora las reacciones de los leales de López, por lo que es posible que haya un repunte en la violencia. Pero sin el liderazgo y la captura de varios de sus lugartenientes, es más probable que su fuerza se desvanezca rápidamente a que se incremente, y “El Mayo” Zamabada quedará como jefe único de esa organización criminal y el líder del narcotráfico que más tiempo ha estado fuera del alcance del gobierno federal.

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Raymundo Riva Palacio
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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