Presupuestívoro

Presupuestívoro
Cuentan que el panista excontralor general y exoficial mayor del Gobierno del Estado en el anterior sexenio, Carlos Tapia Astiazarán, ha reforzado su imagen como un insaciable adicto al dinero del presupuesto público (presupuestívoro vulgaris, por su nombre científico) al saberse que mantiene una demanda en contra del Isssteson ¡por una pensión!

Esa imagen de Tapia no es nueva, de ninguna manera, pues no obstante que hace ya bastantes años fue presentado en el PAN como uno de tantos empresarios que iban a dignificar la política y el ejercicio público, lo cierto es que desde sus tiempos como diputado y coordinador de la bancada panista se metió en escándalos de billetes que terminaron por posicionarlo como más de lo mismo y así fue que, ya con ese apetito por el presupuesto, llegó al (des) gobierno de Guillermo Padrés.

Tapia ya sabía que su solicitud para darle otra tarascada al desfalcado fondo de pensiones del Isssteson iba a ser rechazada y que el siguiente paso para consumar el desvergonzado atraco iba a ser una demanda ante el Tribunal de lo Contencioso, donde pensaba que le podrían inclinar la balanza dos que tres magistrados panistas que quedaron allí sembrados por el “padresismo”…

Afortunadamente todo tiene un límite y el empresario constructor (cuya esposa es regidora y quiere hacer diputada, por cierto) se ha quedado con las ganas, hasta el momento, de seguir cobrando cheque a cargo de todos los sonorenses.

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Un buen arreglo…
La aprobación ayer en el Cabildo capitalino del acuerdo para resarcir a la familia del finado periodista Eduardo Gómez Torres el daño causado por el derrumbe de la pantalla electrónica Hermosillo Flash en mayo de 2010, es una muestra más de cómo los hermosillenses tienen que cargar con los excesos y errores de los gobernantes.

El Hermosillo Flash fue destruido en un mero acto de revanchismo político por la administración estatal y municipal de esos años, ante lo cual Gómez Torres interpuso una demanda que sus deudos ganaron al final de cuentas sentenciando al Ayuntamiento a una indemnización de más de 77 millones de pesos que, mediante argucias legales, los anteriores gobiernos panistas se negaron a pagar y se dedicaron a patear el caso hacia adelante.

Fue hasta el actual gobierno del “Maloro” Acosta que se buscó llegar a un arreglo, el cual concluye con el acuerdo para el pago con un terreno con valor comercial de 24 millones de pesos y de seis millones en efectivo pagaderos en varias mensualidades… A este arreglo sólo se opuso el regidor de los “contra todo” de Morena… También se aprobó iniciar carpeta de investigación contra las autoridades municipales que cometieron el atropello contra la familia Gómez y el daño patrimonial contra Hermosillo, esto con la negativa (de cajón) de los panistas… En fin, fue un buen arreglo para un mal pleito.

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Apuesta al olvido
Por si algo faltara para comprobar que desde alguna parte del Gobierno federal se ha apostado a que el padre tiempo se encargue del olvido sobre los efectos del derrame de tóxicos sobre el Río Sonora, el delegado estatal de Gobernación, Wenceslao Cota Montoya, informó ayer que el comité técnico del Fideicomiso Río Sonora ni siquiera se ha reunido desde enero a la fecha para tratar el titipuchal de asuntos pendientes.

Y no es que la gente sea malpensada, que regularmente sí lo es, pero como que también se apuesta al olvido de que hay todavía 700 millones de pesos sin ejercer, no de recursos públicos sino de los más de dos mil millones que dispuso el Grupo México para fondear ese fideicomiso y que, desde el principio, fueron manejados con mucho desorden, criterios políticos y una buena dosis de favoritismos que dieron lugar a manejos turbios.

Pero también hay quienes dicen que eso les pasa por dejados a los habitantes del Río Sonora y hasta de Hermosillo, a donde llegan los efectos contaminantes del derrame, ya que siguen a la espera de que desde el Gobierno vengan las soluciones… En esto hay que resaltar la rectitud con que se ha distinguido el delegado Cota Montoya, al cuestionar ya varias veces el estado de abandono en que se dejó el asunto, calificado en su momento de tanta gravedad que hasta el presidente Peña Nieto intervino en el caso.

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El resbalón de Welfo
Con eso de que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) decidió cancelar todo posible apoyo a festivales culturales en Sonora, luego del bajón populachero que le dio el Instituto Sonorense de Cultura al Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado el pasado mes de enero, cuando el espectáculo más asistido fue de la banda cumbiera “Los Ángeles Azules”, algo tendrán que hacer en la Secretaría de Educación y Cultura para revertir ese quemadón.

Ya de por sí el Festival de Álamos había sufrido los recortes en su presupuesto, lo que a querer o no pega en la calidad de las presentaciones, la decisión del director del ISC, Mario Welfo Álvarez Beltrán, de introducir en el programa espectáculos muy “populares”, no gustó nadita en el Conaculta, donde se reúne a los santones del ambiente cultural mexicano.

Ahora a ver cómo le dan pa’trás a la decisión, pero se ocurre que desde la SEC tendrán que meter mano para contentar a los consejeros nacionales y convencerlos de que lo acontecido en enero fue sólo un resbalón del señor Welfo… Y sí, aunque los artistas populacheros son muy bien aceptados por la gente, lo cierto es que ya hay escenarios muy bien definidos para ello…

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mrx@expreso.com.mx

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