Sí es un problema de conciencia

Imposible hallar una razón irrebatible a la decisión de Andrés Manuel López Obrador de impulsar a Nestora Salgado para ser senadora.

Debieron informarle que la ex comandante de la policía comunitaria de Olinalá sigue sujeta a procesos por secuestro, asesinato e intento de homicidio y que, por más que se le deba presumir inocente, maneja mañosamente su doble nacionalidad y cuenta la mentira de que fue "exonerada".

Parecería de sentido común suponer que quien está bajo proceso no puede aspirar a un cargo de elección (ella va de plurinominal), pero lo cierto es que sí: sólo quienes han sido juzgados culpables y sentenciados están impedidos de participar en comicios como los que se avecinan.

El problema que representa la señora y su partido no es legal sino de ética política.

Y por testimonios que estrujan como los reporteados aquí por Melisa del Pozo y los presentados por Isabel Miranda de Wallace y Alejandro Martí, el escaño de Nestora, con la pena pero sí, quedará en la conciencia de López Obrador.

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