Seis patos tienen las llaves del tesoro
El importe de la reconstrucción y remodelación de todo tipo de inmuebles dañados por los sismos (y tormentas como las caídas en Baja California y Guerrero) es "fácil" de obtener, aun si no contaran (y mucho) otros monederos tales como el Fonden, las aseguradoras, el Banco Mundial y los donativos de instituciones privadas y de particulares.
Fácil, porque lo que se requiere son unas llaves que abran la caja del Banco de México.
Si bien el papel de esa institución es contribuir a la estabilidad de precios y contener la inflación, las reservas internacionales que posee ascienden a poco más de 173 mil millones de dólares.
Dos mil 700, tres mil, tres mil 500 millones de dólares que cediera para sortear los costos del desastre las dejarían como están: por encima de países tan ricos como Francia o Reino Unido, y con más del doble de lo que tiene la banca central de Canadá.
La política para el uso de las reservas es facultad exclusiva de la Comisión de Cambios del BM y Hacienda, que autoriza dinero para diversas tareas de fomento.
En sólo seis cuates está la decisión.
¡Que no se hagan patos y se apliquen ya!
