Hillaristas llevan a los EE.UU. a la lópezobradorización

Si las cosas siguen por el camino que van, no falta mucho para que Hillary Clinton se declare presidenta legítima de los EE.UU., sus seguidores sigan persiguiendo a Donald Trump para gritarle improperios y sus simpatizantes profundicen la fractura ideológica y política con expresiones de resentimiento como la de los actores de la obra Hamilton.

En el ambiente postelectoral la estructura liberal se ha negado a aceptar los resultados electorales, están presionando para que el colegio electoral en diciembre y enero frene la victoria de Trump y con ello los EE.UU. se metan en el pantano que ahogaría el sistema político fundando con la Constitución de 1787. Esa estructura liberal se ha dedicado a deslegitimar a Trump en medios y movilizaciones

Los demócratas liberales de Hillary no hacen sino aplicar el modelo de resistencia cívica tercermundista de México que potenció --porque ya existía-- Andrés Manuel López Obrador para subordinar la estructura electoral a sus pasiones, deseos y percepciones. En el 2006 López Obrador se negó a respetar las reglas del juego en el que participó, paralizó varias semanas el Paseo de la Reforma con un plantón con más tiendas de campaña que militantes y el 20 de noviembre se coronó presidente legítimo de la república en el zócalo, recibiendo la banda presidencial, jurando el cargo, nombrando a “su gabinete presidencial” y sentándose en la silla del águila hecha especialmente para sus ambiciones.

La lopezobradorización de los seguidores de Hillary está poniendo en ridículo la democracia estadoiunidense que era orgullo internacional. El tono de las protestas, la agresión verbal contra Trump en sus presentaciones públicas y el uso de los medios liberales que perdieron por su apoyo abierto a Hillary no está haciendo más que fortalecer la posición radicalmente conservadora de Trump y desde luego cohesionando al sector de la derecha radical. Lo malo para este sector es que Trump no se está dejando y en los hechos está planteando la agenda del debate político en medios.

Elecciones anteriores entre liberales y conservadores nunca habían llevado a la ruptura; y ahora no se trata sólo de la polarización ideológica sino social, de clases y de sectores. El propio presidente Barack Obama está contribuyendo a la ruptura social, política e ideológica con sus presentaciones públicas apoyando el modelo liberal derrotado en las urnas y azuzando los estados de ánimo adversos a Trump. Los últimos corcholatazos de entrega de la Medalla de la Libertad fueron premios a apoyadores de Hillary y a representantes de posiciones políticas liberales que fueron aplastadas en las urnas. Obama quiere dejarle a Trump la víbora chillando.

Cuando Obama ganó las elecciones en el 2008 y puso a los EE.UU. en la orilla de replanteamientos históricos por el color de su piel --primer presidente afroamericano en una nación racista--, los conservadores aceptaron las reglas del juego y entregaron el poder sin regateos. Hoy Obama parecer estar excitando de nueva cuenta los fantasmas de la guerra civil entre blancos y negros, entre liberales y conservadores.

El gran debate se dará en los medios. El New York Times, el Washington Post, CNN, Univisión y otros grandes medios le apostaron a Hillary y ahora están usando sus espacios para azuzar a la opinión pública contra Trump. Pero Trump parece estar dispuesto a gobernar contra los medios, a pesar de la radicalización lópezobradorizada de los hillaristas resentidos por la derrota a manos de un empresario vulgar.

Política para dummies: La política es el espacio de la subordinación de las pasiones a las reglase del juego.

Sólo para sus ojos:

Informaciones procedentes de Veracruz indican que Javier Duarte de Ochoa ya está detenido y que podría ser presentado a medios días u horas después de la toma de posesión de Miguel Angel Yunes Linares el primero de diciembre.

La violencia del grupo priísta de “Los 400 Pueblos” contra Yunes y Ricardo Anaya ofrece el primer indicio de lo que viene para Veracruz: una violencia política sin control.

Sigue bajando el PIB. El tercer trimestre estuvo en 1%. Anual la expectativa se sitúa en 1.5%..., hasta ahora.

La recompensa de 15 millones de pesos por el paradero del exgobernador priista de Tamaulipas Tomás Yarrington podría ser el primer “regalito” al equipo de seguridad nacional de Trump.

La alianza PAN-PRD para el Estado de México se ve casi imposible por la fractura entre grupos locales y partidos estatales, lo cual beneficia al PRI donde se ve un acuerdo entre el gobernador Eruviel Avila y el presidente Enrique Peña Nieto.

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