Adios partidos políticos
No van a pasar muchos años para que en México desaparezcan los partidos políticos, las reformas electorales están demostrando que no son necesarios, le cuestan demasiados millones al erario y al fin de cuentas ha sido botín de algunos pillos, están en plena decadencia y su utilidad cumplió su ciclo, se oye extremoso pero es una realidad.
Nuestro país no es la excepción, el triunfo de Emmanuel Macron en Francia es el más claro ejemplo de la pérdida de confianza hacia estas instituciones, que con el paso de los años se transformaron en agencia de colocaciones, incluso en trampolín para algunos candidatos; en Estados Unidos, Donald Trump rebasó al aparato de los dos partidos más importantes y logró el triunfo, no por ser el mejor sino como muestra del hartazgo de los gringos por la imagen tradicional de sus políticos.
La oportunidad para los candidatos independientes es la muestra clara de que ese es el camino, una plataforma personal, con tecnología de largo alcance y un buen equipo de campaña, puede convertirse en gloria, ganar la mayoría y dejar abajo el poder que imaginamos tienen los partidos políticos, demostrar que ahora son un lastre y no el impulso necesario para lograr el triunfo.
No es un secreto la mala fama que guardan miembros de la clase política, el uso que hacen con los recursos que reciben del Instituto Federal Electoral, recordemos de qué han servido el Partido Verde, del Trabajo y otros tantos que cada elección buscan cobijo en PRI, PAN y PRD, lo que provoca que pierdan la confianza ciudadana, duele que olviden valores de conducta y que no tengan una verdadera vocación por servir, por eso el surgimiento de la anti política, el populismo y que las nuevas generaciones prefieran mantenerse al margen.
Punto importante para confirmar este fenómeno es que el cambio tecnológico y social, así como el declive de las ideologías, hace que el valor de las marcas sufran una devaluación, llegó un momento en que no había diferencias sustanciales, perceptibles entre un partido y otro, ahora si aplica eso de que “todos son iguales”, actitud, conducta y bajos intereses que producen un desencanto y los votantes prefieran algo diferente.
El trabajo de los consultores políticos para el año que viene será fundamental, la acción del marketing que utilicen los partidos debe tener como resultado mantener la lealtad de sus simpatizantes, sin embargo, la realidad es que la democracia mexicana logró un grado de madurez, la relación entre los partidos y los votantes es cada vez más distantes e impersonal, de ahí que el perfil de candidatos será la clave para alcanzar la victoria.
Aunque la mayoría de quienes se han alzado como independientes provienen de diversos partidos, será su prestigio personal, profesional y cercanía a la gente lo que pudiera lograr convencer al electorado, aquí se han apuntado algunos que buscan una oportunidad por esa vía, hay que apoyarlos, analicemos si vale la pena un cambio, que viendo los resultados, los partidos sean más exigentes con sus candidatos, hay muchos ejemplos, ni para que mencionarlos.
Los dirigentes partidistas tienen que entender que han perdido la confianza ciudadana, ya no “conectan” con la gente, sus propuestas no son las adecuadas, el discurso ya enfada, la ética política está en el baúl de los recuerdos, la mística partidaria perdió el camino, sus acciones inician con el año electoral o en casos inéditos como los sismos que hubo hace unos meses para “donar” sus ingresos, ya no sabemos qué pasó realmente con su altruismo ni de que vivieron este fin de año.
Señoras y señores, los liderazgos sin partido ya son visibles, hagamos conciencia de los últimos acontecimientos alrededor de los partidos políticos, sino hay que luchar porque desaparezcan por lo menos hay que pelear porque no vivan del gobierno, reducir al máximo el subsidio que reciben, las candidaturas independientes, como bien dice Diego Fernández de Cevallos son un aire fresco para la democracia, abonemos de algún modo que lleguen para quedarse.
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CARTAS SOBRE LA MESA
Elma Laura Ahumada
