Estadios pagarán caos del Isssteson

La información fue demasiada escueta, confusa y carente de argumentos como para convencer a los ciudadanos sonorenses.

Fue el director del Isssteson, Pedro Ángel Contreras López, quien explicó que debido a la grave crisis financiera de la institución -el déficit se calcula en cinco mil 500 millones de pesos- se creará el Plan Pro5 y un fideicomiso para rescatarla del enorme quebranto.

Añadió que parte de este plan de salvamento contempla vender varios activos importantes que pertenecen al Estado de Sonora -a los ciudadanos, pues- entre los que destacan los estadios Héctor Espino de Hermosillo y Tomás Oroz Gaytán de Ciudad Obregón, además de un número no precisado de terrenos en San Carlos, Nuevo Guaymas.

El funcionario agregó que el Instituto tiene un déficit mensual de 93 millones de pesos -unos mil 110 millones al año-, un Fondo de Pensiones casi vacío, adeudos a proveedores por mil 500 millones de pesos y pagos pendientes por 133 millones de pesos.

Según Contreras López el Fondo de Pensiones debía contar con cuando menos cuatro mil millones de pesos, sin embargo apenas llega a 148 millones de pesos.

Así las cosas tenemos una institución en quiebra que evidentemente fue muy mal administrada y que ahora recurre a un plan bastante controvertido para salir adelante.

Muchas interrogantes surgen de inmediato al releer las declaraciones de Pedro Ángel Contreras, emitidas la semana pasada.

La primera es: ¿qué culpa tienen los estadios de beisbol, cuya ubicación y extensión son privilegiadas, para ser sacrificados en aras de una institución quebrada y que ha sido botín de varias administraciones estatales?

Segunda pregunta, ¿cuál es el valor comercial de dichos inmuebles y de los terrenos de San Carlos? ¿Realmente resolverán de fondo la crisis financiera del Isssteson o será una mera solución temporal?

Menciona el titular de la dependencia que el déficit mensual asciende a 93 millones de pesos, sin duda una cantidad pavorosa para cualquier institución. ¿Cuántos años más podrá sobrevivir el Isssteson con la venta de estadios y terrenos?

¿Diez, quince o veinte años? ¿Y qué seguirá después, vender alguno de los palacios administrativos o quizás La Sauceda, el Parque Infantil o el nuevo Hospital General?

Una pregunta más: ¿acaso la creación de un fideicomiso conseguirá  sanear las finanzas del Isssteson y quedará a salvo de corruptelas y del manoteo que suele acompañar a esos organismos sin vigilancia ni transparencia?

A todas luces no es la mejor solución, vaya, ni siquiera es viable financieramente vender grandes activos para subsidiar a una institución costosa, mal administrada y con un déficit impresionante.

¿Conviene mantener al Isssteson?  ¿No existe otra opción médica para los trabajadores del Estado? ¿Es lógico pagar pensiones millonarias cuando no hay dinero para operar?

En fin, antes de vender estadios y terrenos habría que analizar otras opciones, no es lógico echar dinero del bueno al barril sin fondo en el que se ha convertido el Isssteson.

Algunas noticias…
Con singular éxito se inauguró las semana pasada la exposición Humanitas del artista hermosillense, Alejandro Soria Salazar, en el connotado Centro Cultural de Tijuana (Cecut). La obra pictórica de nuestro amigo Alejandro fue inaugurada por el director del Cecut, Pedro Ochoa Palacio, y estará expuesta hasta el próximo 10 de junio… Desastroso el final al que llegó el Instituto Nacional Electoral en relación los candidatos independientes a la Presidencia. Según la información oficial, los tres aspirantes principales -Margarita Zavala, Jaime Rodríguez y Armando Ríos Piter-, presentaron firmas falsificadas para alcanzar su registro. Sin embargo, sólo Margarita tuvo suficientes firmas legales para ser aprobada a pesar de que también evidenció un alto número de credenciales falsas. Esta situación mancha terriblemente el proceso electoral cuando estamos a diez días de arrancar la campaña presidencial de manera oficial. Lo cierto es que la ley electoral es muy deficiente, esto de aplazar el registro de los independientes a escasos tres meses de la elección, es por demás ridículo e inequitativo.

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