¡Eureka!: sube 10% el mini salario

Con bombos y platillos se anuncia el incremento de los salarios mínimos, el porcentaje de aumento es mayor al diez ciento para ubicarse en 88.36 pesos.

Pocas veces el salario mínimo ha registrado una alza de dos dígitos, quizás desde los tiempos de los pactos de solidaridad en los años 80 cuando la inflación superaba el 100 por ciento y los sueldos subían por arriba del 30 por ciento.

Sin embargo, el mini salario en México sigue siendo eso: un pago miserable que debería causar pena a los patrones y a los gobiernos que han sido incapaces de ofrecer remuneraciones dignas para los trabajadores mexicanos.

Los 88.36 pesos del salario mínimo significan 10 pesos con 3.6 centavos cada hora de trabajo. ¿Qué podemos hacer hoy en día con diez pesos? Si acaso pagar un tramo del transporte urbano y si bien nos va un refresco o un café.

A su vez con los 88.36 pesos al día se puede adquirir quizás un kilo de carne molida o bien medio kilo de carne desherbada. También alcanzaría para un kilo de pechugas de pollo pero nada más.

Un jefe de familia que tenga que alimentar a su esposa y a dos hijos tendría que limitarse diariamente a un litro de leche, una docena de huevos, un kilo de tortilla, un kilo de frijol, un kilo de arroz y uno o dos de papa y posiblemente su transporte al trabajo.

De ahi en adelante tendrá que hacer milagros para pagar la luz, agua, renta, vestimenta de su familia, zapatos, cobijas, chamarras, cerveza, refrescos y los gastos de diversión.

La Coparmex, organismo cúpula empresarial que ha sido más solidario con los trabajadores que el propio gobierno y los sindicatos, exigía un aumento del mini salario a los 95 pesos diarios.

No le hicieron caso, pero cuando menos sabemos que existen agrupaciones más preocupadas por el bienestar social y no solamente por los supuestos efectos inflacionarios de los aumentos salariales.

Estamos de acuerdo, los sueldos no pueden liberarse de un dia a otro, están sujetos a la productividad y a la economía de las regiones y países.

Pero tampoco resulta conveniente maniatarlo como ha ocurrido en México a lo largo de tantas décadas lo que ha provocado una clase trabajadora muy castigada con ingresos muy bajos a comparación de cuadros directivos y de funcionarios públicos que ostentan salarios y prestaciones escandalosas.

A pesar de que apenas dos millones de mexicanos de los 60 millones que integran la fuerza laboral, perciben el salario mínimo de tiempo completo, lo cierto es que éste marca la tendencia para los salarios profesionales.

En base a un estudio del INEGI, alrededor de cuatro millones de empleados reciben más de cinco salarios mínimos, es decir más del 80 por ciento de los trabajadores mexicanos están por debajo de esta escala y ganan menos de quince mil pesos al mes.

Si nos comparamos con los vecinos del norte, en donde el pago base por hora oscila entre los 7 y los 12 dólares por hora, tenemos que un asalariado devenga por lo menos 1,500 dólares al mes, es decir cerca de 30 mil pesos mensuales.

En China se cambió en años pasados la óptica del salario mínimo, en lugar de mantenerlo bajo y competitivo para promover inversiones y la exportación, se decidió recuperar el poder adquisitivo de la población para impulsar el mercado interno.

Los chinos han incrementado sus salarios mínimos en un promedio anual del 13 por ciento, regiones desarrolladas como Shanghai pagan 290 dólares al mes (unos 5,500 pesos mensuales), mientras en Guizhou el mínimo asciende a 164 dólares (3,200 pesos).

En México se insiste en mantener salarios bajísimos supuestamente para no disparar la inflación y atraer las inversiones externas, pero esta política ha castigado al consumo y por ende a la empresa nacional que no crece al vigor y ritmo que la industria extranjera y la de exportación.

Ahora que el Tratado de Libre Comercio está a punto de desaparecer o de sufrir cambios drásticos, sería muy conveniente impulsar el poder adquisitivo de la clase laboral mexicana que a la postre redundaré en una economía interna más sólida y próspera.

Ya basta, pues, de castigar a los que menos ganan cuando en ocasiones son quienes más trabajan y más producen.

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Es odioso hablar del tema de violencia, pero tampoco podemos ignorarlo: en octubre se impuso récord de homicidios dolosos en México con un total de 2,371 casos, con ello el número total ascendió a 16,881 casos lo que representa un 23 por ciento más que en el 2016... ¿Dónde quedó entonces la estrategia del gobierno de Peña Nieto para frenar la inseguridad en el país?…

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