Aburrida carrera presidencial

La carrera por la Presidencia de la República está en marcha y ya podemos advertir desde ahora los escasos cambios y la baja creatividad que muestran los partidos y sus posibles contendientes.

Es cierto que faltan todavía varios meses para las campañas oficiales, pero si por la víspera se saca el día, estaremos condenados a sufrir un proceso electoral aburrido, soso y repetitivo.

Mucha razón tiene el politólogo Jesús Silva Herzog al expresar que estamos viviendo en México los años setenta y ochenta en materia política. Y a las pruebas nos remitimos:

El partido Morena se parece al PARM o al PSUM de hace tres o cuatro décadas cuando una figura era el amo y señor del partido, sin permitir la libertad ni la democracia interna.

Andrés Manuel López Obrador podrá ser muy popular y llevar la delantera en encuestas, pero nada nuevo ofrece al país y por el contrario expresa con frecuencia su intransigencia al cambio.

En días pasados advirtió a los independientes a no hacer trampa a la hora de colectar firmas de adhesión, en lugar de alentar su participación y en todo caso cuestionar los requisitos tan rigurosos para lograr una candidatura presidencial por la vía libre.

En el Partido Acción Nacional tampoco vemos dosis de innovación en esta carrera por la primera magistratura del país.

La guerra interna agobia a los líderes panistas quienes no fueron capaces de crear un ambiente más participativo y democrático que evitara la renuncia de militantes de peso como sucedió con Margarita Zavala.

Las comparaciones no gustan a muchos, pero en otros países como Argentina y Francia surgieron, en medio de una competencia abierta, candidatos con caras jóvenes, rostros limpios e ideas novedosas que hoy gobiernan esas importantes naciones.

Incluso en Estados Unidos se permitió que un aprendiz de la política conquistara la Casa Blanca a través de cuestionar el establishment y a las rancias esferas del poder.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de su país ha resultado catastrófica en muchos sentidos, pero ha puesto a prueba al sistema democrático norteamericano que seguramente saldrá fortalecido a mediano y largo plazo.

En cambio, en México, cuando estamos por llegar a la tercera década del siglo XXI se repiten los usos y costumbres del pasado.

En el PRI sus militantes están a la espera de que el todopoderoso señor de Los Pinos decida quién será el candidato presidencial que obviamente habrá de salir del círculo cercano a Enrique Peña Nieto.

Ya se realizaron los cambios necesarios para que un externo, es decir alguien que no milite en el PRI, pueda aspirar a la Presidencia de la República con el respaldo del tricolor.

Esto nos recuerda cuando en los años setenta la Constitución Política de Sonora fue modificada, una semanas antes del “destape” de Carlos Armando Biebrich, para que a sus escasos 32 años pudiera ser nominado por la nomenclatura priista.

La única novedad en este gris panorama es la presencia de los aspirantes a la Presidencia por la vía independiente, sin olvidar que son escasos los que son realmente ciudadanos ajenos a los partidos.

Para colmo de males los requisitos para la recolección de las firmas representan un gran impedimento para contar con al menos tres candidatos presidenciales independientes.

Por ello el Instituto Nacional Electoral deberá facilitar el acopio de adhesiones por parte de la ciudadanía ya sea a través de las oficinas del INE en todo el país o vía Internet. Ampliar una semana el plazo para las firmas es francamente irrelevante.

Ante la compleja situación política y social, México y los mexicanos merecen vivir una carrera presidencial competida, innovadora, con alta creatividad y plena libertad en la discusión de ideas y propuestas.
El 2018 puede ser el parteaguas que urge al país y que por angas o mangas no se concretó en la transición de principios de siglo.

Algunas noticias…
Tampoco estamos de acuerdo con el incremento a 280 caracteres para un mensaje de Twitter, ahora habrá que soportar textos largos, complicados y de difícil comprensión. En otras palabras, el popular portal pierde su esencia y la magia de su brevedad con tal de competir con otras empresas digitales de moda. Pero bueno, seguramente los expertos estudiaron el mercado y sus tendencias… Lamentable la suspensión del programa santuario para la vaquita marina en el Golfo de California que parecía ser la solución para evitar la extinción de dicha especie. La muerte por el estrés y la ansiedad de una vaquita recién capturada en altamar, deja claro que tampoco están dispuestas a vivir en un ambiente controlado.

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