Siete meses de escándalos

Al igual que este columnista, usted seguramente recordará como a lo largo de la historia los mexicanos nos hemos mofado de los presidentes en turno y minimizado su autoridad, especialmente en los meses finales del sexenio.

Luis Echeverría fue famoso por los chistes que lo hacían pasar como un vil tonto mientras que a José López Portillo se le criticaba por sus frases infortunadas como aquella de que defendería al peso como un perro así como por sus lances amorosos.

Carlos Salinas acumuló muchas bromas relacionadas con su baja estatura y al final del sexenio el humor negro creció en relación a su presunta responsabilidad en el crimen de Luis Donaldo Colosio.

El perfil político de Ernesto Zedillo fue tan anodino que hasta los chistes sobre su persona tenían un escaso humor. Pero no se salvó de causar hilaridad por sus intentos de ser populachero y locuaz como cuando dijo que le llamaran “Neto” porque “me gusta que me digan la neta”.

De Vicente Fox, Felipe Calderón y del actual presidente Enrique Peña Nieto mejor ni mencionamos tantos chistes y muestras de humor que se han formulado en su alrededor.

Para colmo en los últimos años las redes sociales permiten tanta libertad y creatividad que difícilmente un funcionario público y menos un presidente puede quedar a salvo de las burlas de los mexicanos.

Viene lo anterior a cuento porque conforme avanza el gobierno del presidente vecino Donald Trump aumentan los chisten y las expresiones de hilaridad contra un personaje tan complejo, arrogante e impredecible.

A diferencia de lo que sucede con los mandatarios mexicanos, Trump lleva apenas siete meses en el poder y ya se percibe en una buena parte de la sociedad norteamericana un sentimiento de pena, hastío y decepción en contra del inquilino de la Casa Blanca.

El discurso disparatado y de más de una hora que pronunció el pasado martes en Phoenix con sus tradicionales arengas contra los inmigrantes, los medios de comunicación y todo aquel que no apoya su gobierno, fue desafortunado y fuera de los cánones de la civilidad política.

Por tal razón y porque ha quedado claro que una cosa es su discurso y otra su poder real para llevar a cabo acciones como el muro fronterizo o la prohibición de visas para visitantes de países árabes, los norteamericanos cada vez hacen menos caso a los mensajes de Trump.

Para mala suerte pareciera que el mandatario se ha dado cuenta de ello y en lugar de corregir el rumbo insiste en radicalizar su postura y en proferir tontería y media de manera pública.

Sus opiniones sobre las manifestaciones en Charlottesville, Virginia, fueron terribles al comparar a grupos nazis y supremacistas con sus detractores. Ello provocó una desbandada de líderes empresariales en los consejos económicos organizados por Trump además de una oleada de críticas en su contra.

En su mensaje de Phoenix, Trump insistió en optar por un cierre parcial del gobierno si no obtiene los fondos para el muro fronterizo, vaticinó el fin del Tratado de Libre Comercio cuando las negociaciones apenas han empezado y defendió a capa y espada su política en contra de la inmigración ilegal en Norteamérica.

El mandatario norteamericano pierde día con día adeptos en su país, es considerado el presidente más impopular de las últimas décadas y por lo mismo un amplio sector de la población norteamericana ha optado por ignorarlo y minimizar su influencia en el rumbo de Norteamérica.

Lamentablemente le quedan más de tres años para gobernar y todavía puede tomar decisiones cruciales como por ejemplo iniciar un ataque nuclear o paralizar el gobierno.

Lo cierto es que el régimen de escándalos protagonizado por Donald Trump en solo siete meses es único en la historia. Hay quienes presagian que Trump buscará pronto una salida decorosa, sin embargo, el ímpetu en sus discursos demuestra que no está dispuesto a soltar el poder y que permanecerá en la Casa Blanca hasta enero del 2021.

Noticias finales…

Mientras en México se colapsan carreteras, se caen puentes y se abren socavones gigantes y no pasa nada, en el vecino país del norte las colisiones de cuatro barcos en lo que va del año obligó a la U.S. Navy a destituir al comandante de la flota accidentada… Ya no sorprende que el gobierno norteamericano emita alertas para que sus ciudadanos no viajen a México, en esta ocasión se pide extremar precauciones al visitar Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Colima, Guerrero, Quintana Roo y Veracruz. Lo curioso, una vez más, es que la advertencia se lanza a diez días del puente festivo de Labor Day, cuando miles de norteamericanos suelen viajar a nuestro país.

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Actitudes

José Santiago Healy

Comentarios a jhealy1957@gmail.com

 

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