Películas mexicanas enfrentan al miedo en locaciones de terror

cineterrordosexpreso10302017wwwCIUDAD DE MÉXICO.- Hospitales psiquiátricos, casas embrujadas, hoteles abandonados, haciendas antiguas y carreteras a mitad de la noche, han fungido como escenario para filmar series y películas mexicanas en el género del terror o misterio.

“Archivo 253”, que dirigió el cineasta Abe Rosenberg, se filmó en 2012 al estilo “found footage” en la clínica psiquiátrica San Rafael, que para entonces ya no operaba y al poco tiempo fue demolida.

Se decía que en este lugar penaban las almas de los pacientes que fallecieron luego de ser maltratados física y psicológicamente por los médicos que los atendían, pues les aplicaban terapias de electroshock para calmarlos.

De acuerdo con el director, el rodaje fue padecido por todo el “crew” de producción debido a que la mayor parte del tiempo eran testigos de sombras en los pasillos, muebles que se caen, objetos que se arrastran, puertas que se azotan y ruidos extraños.

Situaciones paranormales
La serie de televisión “Yago” se filmó en el hotel "Posada del Sol”, ubicado en la calle Niños Héroes 139, en la colonia Doctores de esta ciudad. Nunca operó como tal debido a que su construcción fue clausurada a mediados del siglo XX por falta de permisos y además tenía problemas de infraestructura.

El edificio consta de siete niveles principales y dos secundarios. De acuerdo con el staff de producción y actores como Gabriela de la Garza, Iván Sánchez y Sophie Alexander diario padecían de alguna situación paranormal.

Incluso, guardan diversas imágenes en las que se aprecian supuestos entes que los observan. Esta fue la misma locación para filmar la secuela de “Km 31”. Los actores dijeron que una niña se aparecía en el cuarto 103.

Altar de dulces y juguetes
Para tenerla “tranquila” y que no alterara el rodaje o pusiera de nervios al elenco, la producción colocó un altar de dulces y juguetes en su honor. En alguna entrevista, el actor Carlos Aragón llegó a confesar que le daba miedo ir solo al baño porque podría aparecérsele la pequeña.

Los fenómenos sobrenaturales también se manifestaron cuando se rodó la primera parte de “Km 31” en la autopista México-Toluca que atraviesa el paraje del Desierto de los Leones, donde, dicen, se aparecen un niño y un monje que perteneció al exconvento del Desierto de los Leones.

Basado en estas leyendas, el director Rigoberto Castañeda filmó el largometraje y declaró que durante las grabaciones todos escuchaban el llanto de un niño muy cerca de donde, supuestamente, había muerto.

Un terror similar sufrieron los actores que grabaron la serie “Dos lagos”, que próximamente se transmitirá por TV Azteca.

Las energías
Las locaciones de la trama escrita por Adriana Soid y Roberto González, basados en una serie de televisión británica, transcurrieron en Puebla, la Ciudad de México y el 90 por ciento en Tlaxcala, dentro de la Hacienda Tenexac, que data del año 1800 y posee una extensión de 480 hectáreas.

"A mí no me ha tocado nada de ver fantasmas, pero sí decían que se veían cosas que alteraban la paz del elenco. Lo cierto es que se mueven muchas energías cuando grabas producciones de terror”, comentó en su momento el productor Roberto González.

De acuerdo con Carlos Trejo, la realización de la película “Cañitas” trajo muchas situaciones que hasta el momento no tienen explicación coherente.

Aunque no se filmó en la supuesta casa embrujada, ubicada en la calle Cañitas 51 en la colonia Popotla, el productor asegura que la maldición se trasladó a la mansión que rentaron como locación para grabar las escenas.

El caso 'cañitas'
Se rompió la ventanilla de un auto de la producción sin que nadie la tocara. En otro momento, mientras se filmaba una escena, otro coche se desniveló y cuando quisieron fotografiar el nombre de la calle Cañitas con motivos promocionales, el rollo se veló.

Pero eso no es todo, Carlos Trejo, quien es autor del libro “Cañitas” en el que está basado la historia y fue uno de los productores del largometraje, reveló que la casa que fungió como locación, explotó sin motivo aparente y tuvieron que adaptar ese hecho a la historia.

Anécdotas como éstas y otras, se narran por quienes al filmar una película con pasajes escalofriantes vivieron experiencias reales que los dejaron aterrados.

NTX/CPO/LMC/DAW