La otra 'Casa Blanca' de Donald Trump

donald trump casaCIUDAD DE MÉXICO.- Donald Trump tenía apenas unos días como presidente de Estados Unidos cuando ya se había conseguido la que llamó su "Casa Blanca sureña": el club Mar-a-Lago, en Florida. Ahí ha pasado un cuarto de su presidencia.

Desde que asumió el cargo, el Mandatario ha viajado aproximadamente cada dos fines de semana al lugar. Con 25 visitas, de acuerdo con un recuento de The New York Times, Trump ha estado más tiempo fuera de la Casa Blanca que sus antecesores inmediatos en los primeros cien días.

Como ejemplo, en el mismo periodo el ex Presidente Barack Obama había salido sólo cuatro veces de la residencia presidencial.

Tener una Casa Blanca alterna no es inusual para los presidentes estadounidenses. John F. Kennedy, Richard Nixon y George Bush, entre otros, tenían residencias donde solían hacer juntas para conducir asuntos de trabajo.

Primer caso

Sin embargo, el caso de Trump es el primero registrado donde la gente se puede acercar al Mandatario con el pago de una membresía.

"Mar-a-Lago representa una comercialización de la presidencia que tiene pocos o quizá ningún precedente", señaló el historiador Jon Meachan al diario.

"Los presidentes siempre han pasado tiempo con personas ricas, pero un club de gente que le paga al Presidente para pasar tiempo en su compañía es nuevo", agregó.

De acuerdo con The New York Times, el costo de la membresía para entrar al club era de aproximadamente 100 mil dólares, pero aumentó al doble justo después de que se anunciara la elección de Donald Trump.

La queja

Los miembros del club, advierten expertos, tendrían una especial cercanía al Mandatario.

Un claro ejemplo de ello fue una cena con el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, en la que el Presidente tuvo atendió una crisis por una prueba balística de Norcorea. Todo se realizó frente a comensales civiles y meseros del restaurante, lo que puso riesgo información sensible.

También ahí supervisó el bombardeo a Siria, según sus propias declaraciones, mientras disfrutaba un pastel de chocolate con el Presidente chino, Xi Jinping.

Además, los viajes del Presidente han sido motivo de crítica por su costo. Según estimaciones de CNN, el Gobierno gasta un millón de dólares por cada día que está ahí y podría gastar en un año lo que Obama gastó en viajes de ocio durante ocho años.

Organizaciones como Judicial Watchdog estiman el costo en un millón de dólares por fin de semana.

Recientemente el club estuvo envuelto en una nueva controversia, pues el Departamento de Estado le hizo promoción.

En un texto reproducido en las embajadas de varios países se hacía una descripción del lugar, lo que fue interpretado por activistas como una violación ética.

Tras quitar la publicación, la dependencia justificó que sólo intentaban describir el lugar donde Trump recibía a líderes mundiales.

EXP/REF/FR/ABR/2017