2024: la democracia a juicio

"2024: la democracia a juicio", escribe Marco Paz Pellat en #ElPoderdelasIdeas

El año 2024 se perfila como un hito histórico en materia democrática, convocando a un número sin precedentes de ciudadanos de diversos países a las urnas. Desde Bangladesh hasta Estados Unidos, pasando por México, India, Rusia, Taiwán y la Unión Europea, las elecciones que se celebrarán este año tienen el potencial de alterar el orden mundial establecido.

Nunca antes en la historia tantas personas de diferentes naciones habían sido convocadas a ejercer su derecho al voto como ocurrirá en 2024.

Más de dos mil millones de ciudadanos, aproximadamente la mitad de la población adulta global, tendrán la oportunidad de elegir a sus representantes en más de 70 países, incluyendo a ocho de los más poblados del mundo. Este fenómeno medirá las fuerzas de potencias hegemónicas como Estados Unidos y Reino Unido, así como de actores emergentes como Indonesia, India y Sudáfrica (bit.ly/3IsNyoa).

Tras esta aparente expansión de la participación ciudadana, se oculta una realidad preocupante que desafía los principios fundamentales de la gobernanza democrática. La democracia está retrocediendo en todo el mundo debido al surgimiento de populismos, movimientos radicales, conflictos armados y la dificultad para alcanzar consensos amplios que permitan una gestión eficaz de los países.

Según el índice democrático del semanario The Economist, sólo 8% de la población mundial vive en democracias plenas, mientras que más de la mitad vive bajo regímenes totalitarios o híbridos. México ha visto deteriorada su situación democrática, ubicándose como un régimen híbrido y descendiendo en el ranking global.

Por su parte, el informe Freedom in the World de la organización Freedom House concluye que las libertades globales han retrocedido durante 18 años consecutivos. Destaca que los problemas generalizados con las elecciones, como la violencia y la manipulación, impulsaron el deterioro de los derechos y libertades; los conflictos armados y las amenazas autoritarias hicieron un mundo menos seguro y menos democrático; la negación de los derechos políticos y las libertades civiles en los territorios en disputa arrastró la libertad en los países asociados, incluidas algunas democracias; y el pluralismo está bajo ataque, pero sigue siendo una fuente de fuerza para todas las sociedades (bit.ly/3IrzScV).

En este contexto, las elecciones de 2024 ponen a prueba un modelo de gobierno participativo cuya legitimidad se encuentra más cuestionada que nunca, especialmente debido a las crecientes desigualdades, el ascenso de movimientos autoritarios y los riesgos asociados al avance tecnológico, como la inteligencia artificial.

En las próximas semanas, destacados líderes internacionales rendirán cuentas ante sus ciudadanos en las urnas. Sobresalen los casos de India, el país más poblado del mundo, que pondrá a prueba el liderazgo de Narendra Modi, quien ha implementado políticas nacionalistas que han generado controversia y marginación de minorías religiosas; y de Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, que amenaza por elegir a Trump, un líder con tintes autoritarios.

El año 2024 marcará un punto de inflexión en la historia, con elecciones que podrían reconfigurar el panorama político y social tal como lo conocemos. Es mucho más que un ciclo electoral y más que una situación nacional, es la oportunidad de definir el rumbo de la democracia a nivel mundial.

MARCO A. PAZ PELLAT

alfil3000@gmail.com